A propósito de su trabajo en la película Cassandro, Gael García Bernal comparte su visión sobre lo que se ha obtenido y lo que falta por ganar en temas LGBTIQ+
Por Liz Basaldúa*
Cassandro es más que una película, es una historia de autoaceptación y superación de estereotipos. Relata la vida de Saúl Armendáriz, un luchador abiertamente homosexual que revolucionó la lucha libre mexicana creando a Cassandro, el “Liberace de la Lucha Libre”.
Protagonizada por Gael García Bernal y dirigida por Roger Ross Williams, esta obra trasciende el ring, mostrando la transformación personal y profesional de Armendáriz, y desafiando convenciones sobre la identidad. En una sociedad que avanza pero aún arrastra sombras de intolerancia, Cassandro se convierte en un símbolo de esperanza y cambio.
Platicamos con Gael García Bernal, con quien reflexionamos sobre el camino que queda por recorrer en México a pesar de los avances sociales. El filme también es un espejo de cómo la cultura puede evolucionar, pasando de estereotipos rígidos a una aceptación más amplia y diversa de las identidades.
Con respecto a esa idea, le preguntamos al actor si el público mexicano está preparado para ver cine con protagonistas LGBTIQ+. Respondió que, indudablemente, estamos más que listxs y que hoy en día resulta ridículo que alguien se manifieste homofóbicamente.
“Anteriormente, el machismo, en la época de Cassandro o cuando filmamos Y tu mamá también, se entendía como un concepto del mariachi valiente y fuerte. Ese era el machismo, el patriarca en su casa, y era una definición muy cultural”, comentó.
En México podemos pensar que hemos avanzado significativamente en la apertura hacia la comunidad LGBTIQ+, pero de repente hay retrocesos, como el asesinato del magistrade Ociel Baena. Ante esto, el protagonista de Amores perros dijo que la sociedad mexicana ha avanzado mucho; tanto, que tuvimos un magistrade. “Pero, por otro lado, la reacción de algunas personas ante el crimen fue tremendamente negativa, aunque la mayoría estábamos conmocionadas por lo sucedido”, apuntó.
Gael reconoció que aún hay mucho camino por recorrer: “No podemos cantar victoria. México es un país más matizado y, afortunadamente, el machismo ya no obstruye la cultura como antes”.
De lo que está seguro es de lo fundamental que es “hablar de todas las cosas y, lo más importante, no dar espacio, ni un centímetro, a la homofobia y discriminación”.
Gael en el presente
Para el actor, 2023 fue un año de profunda contemplación y agradecimiento. Al reflexionar sobre este periodo, mencionó una introspección que marca un momento significativo en su vida y carrera. “Mi expectativa para 2024 es meter más las manos en el lodo, acercarme a lo que me interesa y tratar de hacer algo trascendental”, expresa, destacando su deseo de impactar positivamente en su entorno. Cabe decir que su mayor miedo es el cambio climático.
*Texto adaptado para + Chilango