Por segunda ocasión, el republicano llegó a la Casa Blanca con la promesa de que su país vuelva a ser respetado por el mundo
Por Alberto Rivera y Eridani Palestino
Donald Trump se convirtió ayer en el presidente 47 de Estados Unidos y regresó a la Casa Blanca bajo la consigna de: “La edad de oro comienza ahora mismo”.
“El declive de Estados Unidos se acabó. Nuestras libertades no van a ser bloqueadas y vamos a restablecer la lealtad”, afirmó en el Capitolio en Washington D.C., donde juró al cargo.
En su discurso inaugural, luego de juramentar sobre dos Biblias, habló de enviar astronautas a Marte, tomar el control del Canal de Panamá, revertir las políticas de diversidad de género y racial, abandonar los acuerdos climáticos de París, regresar al petróleo y decirle adiós a los autos eléctricos.
Acompañado por su familia y de la plana política mayor que gobernará los próximos cuatro años, el republicano pronunció un discurso con diversas alusiones religiosas y en el que recordó el atentado que sufrió durante su campaña presidencial.
“Hace unos meses, en un hermoso campo en Pensilvania, la bala de un asesino alcanzó mi oreja, pero en ese momento sentí, ahora más que nunca, que mi vida fue salvada por una razón: Dios me resguardó para devolverle la grandeza a los Estados Unidos”, aseguró.
Trump recordó cómo se forjó esa nación “construida por generaciones de patriotas que lo dieron todo por nuestros derechos y nuestra libertad. Agricultores, soldados, vaqueros, trabajadores industriales, mineros, policías y pioneros que avanzaron y no se dejaron derrotar”.
Resaltó también la construcción de las líneas férreas, los rascacielos y autopistas; la victoria estadounidense en las dos guerras mundiales y lo que consideró la derrota del fascismo, del comunismo, además de los retos que han enfrentado.
“Después de todo lo que hemos pasado juntos, estamos al borde de los cuatro años más grandes en la historia de los Estados Unidos. Con su ayuda vamos a restablecer la promesa y vamos a reconstruir esta nación que tanto amamos, somos un sólo pueblo, una sola familia y una nación gloriosa”, señaló.
Va por combustibles fósiles
Justo en el día de Martin Luther King, Trump se comprometió a concretar la unidad nacional, la confianza y el orgullo, los cuales, aseguró, están elevándose como nunca antes.
Como parte de sus primeras órdenes ejecutivas, dijo que instruirá a lxs integrantes de su gabinete a usar todo el poder a su disposición para bajar la inflación “sin precedentes” y los costos de la vida, causada “por un gasto excesivo y la escalada en los precios de la energía”.
Por ello, anunció que este mes creará una agencia nacional de energía encargada de “perforar” el territorio nacional para lograr la mayor reserva de petróleo y gas del planeta, disminuir los precios de los combustibles, restablecer la reserva estratégica hasta el tope y exportar energía a todo el mundo, además de regresar a ser una nación manufacturera.
“Nuevamente seremos una nación rica gracias a ese oro líquido que está bajo nuestros pies, eso es lo que nos va a ayudar. Con mis acciones de hoy, vamos a ponerle fin al nuevo trato verde y vamos a revocar el mandato de los vehículos eléctricos para salvar nuestra industria, cumpliendo mi promesa con los grandes trabajadores automotrices”, indicó.
El magnate aseguró que el país de las barras y las estrellas volverá a ser una nación respetada y admirada con su regreso al poder. Reiteró su intención de impulsar una reforma en materia comercial para imponer mayores aranceles a los productos extranjeros por medio de la creación del Servicio de Ingresos Externos y con ello, “proteger y enriquecer a trabajadores y familias estadounidenses”.
Sólo dos géneros
Fiel a la ideología conservadora del Partido Republicano, Donald Trump anunció que esta semana pondrá fin a la política gubernamental de intentar manipular socialmente la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada.
“A partir de hoy será la política oficial, de que sólo existan dos géneros: masculino y femenino”, aclaró.