FOTO: DEVORA RODRÍGUEZ

Una sinfonía corporal sobre el poder

Por: Xally Miranda

Compártelo en tus redes...

En el marco del Día Internacional de la Danza, el Centro Cultural Helénico presenta un programa especial que incluye la puesta dancística Concerto grosso. Sobre la pena y la vergüenza

El teatro, la música y la danza son disciplinas hermanas: comparten pasiones humanas, expresividad, talento y hasta escenario. Por ello, existen propuestas que, aunque más recargadas en una que en las otras, toman prestados elementos de su relación fraterna para reforzar lo que buscan transmitir.

Tal es el caso de Concerto grosso. Sobre la pena y la vergüenza, una pieza de danza que se inspira en la música de orquesta, al mismo tiempo que se apoya en recursos del teatro, para compartir con lxs asistentes una alegoría sobre los roles de poder. 

“Los bailarines evocamos a músicos que van a tocar en un concierto barroco frente a un director de orquesta. A través de esta relación se van a explorar estas formas de poder que llegan a puntos de abuso o de maltrato. Entonces, ‘la pena y la vergüenza’ están [en el título] por estas cosas que suceden”, explica en entrevista Beatriz Dávila, codirectora y bailarina en la puesta.

Dávila detalla que si bien la materia prima de lxs bailarinxs es el movimiento de sus cuerpos, con el cual aluden en este contexto a instrumentos clásicos como el violín o el piano, esta coreografía rebasa las abstracciones para hilar su reflexión, y no por ello la danza deja de ser retadora por la precisión que exige.

“Sí hay un momento de danza pura, por decirlo de alguna manera, pero también se usa la voz. Hay un momento donde el director da un discurso y (digamos) tiene una dramaturgia en la que el gesto y la acción sí guían un relato, una historia que uno puede ir siguiendo”, aclara.

Mantener el cuerpo afinado

Con 16 años de trayectoria, Dávila sabe lo que implica mantener el cuerpo “afinado” para dar libre expresión a su pasión. Como parte de la compañía morelense Ictus Danza, la bailarina señala que todxs son independientes y autogestivxs.

“Todos nos entrenamos, cada quien como puede, a su estilo, porque también mantenemos nuestros trabajos, damos clases o estamos haciendo proyectos, ya sea por gusto o para poder sobrevivir”, acepta. “Para nosotros ha sido importante tener una constancia de estar bailando y ensayar juntos”.

Sin embargo, reconoce los desafíos de pertenecer a una compañía independiente y que proviene del interior de la república: desde la logística para reunir a lxs bailarinxs hasta los retrasos en pagos. Afirma que es desgastante, pero también puestas como la que presentarán este fin de semana les recuerda lo que no quieren ser ni hacer: replicar abusos de poder. 

No te la pierdas

Concerto grosso se estrenó en 2019; sin embargo, llega por primera vez al Centro Cultural Helénico como parte de su programación para celebrar el Día Internacional de la Danza, que se conmemora cada 29 de abril. El público podrá verla el viernes 11, a las 20:00; el sábado 12, a las 19:00; y en su último día, 13 de abril, a las 18:00. Luego el recinto recibirá otra pieza, pero esta vez desde la danza butoh: U Qux Cah. Corazón del cielo, un unipersonal que parte del Popol Vuh para representar la creación del universo. Vela los días 18, 19 y 20 de abril.

  • 11 bailarines participan en esta puesta dancística que cuenta con música de Vivaldi y una pieza del compositor (y colaborador recurrente de Ictus Danza) Rodrigo Gallegos
  • El 29 de abril se celebrará el Día Internacional de la Danza, fecha elegida por el natalicio de Jean-Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno