1) Al inicio está la Glorieta del Caballito, llamada así porque aquí estuvo la estatua ecuestre de Carlos IV desde 1852 hasta 1979, año en que fue trasladada a la calle de Tacuba. También es conocida como la Esquina de la Información, porque en los alrededores se encuentran dos de los diarios más longevos del país.
2) Llegando a la esquina con Artículo 123 hay una construcción porfiriana donde está la tradicional cantina La Reforma de Bucareli, frecuentada por periodistas y trabajadores del rumbo. En la planta alta estuvo hasta la década de los ochenta el cabaret Mata Hari, que por mucho tiempo fue un clásico de la vida nocturna en la ciudad. A una cuadra, en Morelos 62 y Bucareli, se ubica el Café La Habana, abierto en 1954. Desde entonces se ha convertido en punto de reunión para la plática mañanera o vespertina.
3) En el cruce con Atenas y Emilio Dondé se levanta el Reloj Chino, que fue un regalo del gobierno de ese país con motivo de las fiestas del centenario de la Independencia en 1910. Tres años después fue destruido durante los combates de la Decena Trágica, y para 1921 se reconstruyó con un nuevo diseño del arquitecto Carlos Gorbea. En el siglo XIX aquí había estado la Fuente de la Libertad.
4) Frente al reloj, en la esquina sureste podemos apreciar el Edificio Gaona, uno de los primeros inmuebles de estilo neocolonial en el DF, realizado en 1922 por Ángel Torres Torija. La fachada está decorada con mosaicos que retratan a varios gobernantes de la época colonial.
5) La casa marcada con el número 99 destaca en el paisaje de la avenida, y también se distingue por ser el epicentro de las marchas y manifestaciones cotidianas. Perteneció al empresario español Feliciano Cobián y fue edificada por Emilio Dondé en 1903 sobre un antiguo depósito de tranvías. En la siguiente década fue utilizada como sede de la Secretaría de Gobernación, institución que la ocupa hasta nuestros días.
6) En el 128, la privada del Edificio Vizcaya se extiende detrás de su enorme portón. Este conjunto habitacional fue construido en 1924 por el ingeniero Roberto Servín, y en el interior aún es posible subir por los elevadores originales. Aquí vivieron personalidades como el dramaturgo Luis G. Basurto y la poetisa Pita Amor. Entre los locales está la Cervecería Vizcaya; entrar es hacer un viaje por el túnel del tiempo.
7) En el siglo XIX, el paseo perdió los andadores laterales y adquirió su dimensión actual. El cruce con Tolsá y Barcelona guarda la forma de una glorieta que desapareció en los años treinta; la fuente que la adornaba se trasladó piedra por piedra a la Plaza de Loreto, en el Centro, donde se encuentra actualmente.
8) A unos pasos está el Conjunto Mascota, diseñado por Miguel Ángel de Quevedo en 1912 para la compañía cigarrera El Buen Tono. Es una serie de viviendas separadas por tres calles interiores, que llevan los nombres de las marcas de tabacos que se vendían entonces: Mascota, Gardenia e Ideal.
9) Para finalizar el recorrido hay que visitar el Mercado Juárez, en los límites de la colonia del mismo nombre. En este punto se situaba una de las garitas de entrada a la ciudad, la de Belén o de Porfirio Díaz, cuyo recuerdo queda casi enfrente, en una placa sobre un edificio en ruinas.