Todos los que disfrutamos de las hamburguesas las comemos de todo tipo. La única virtud de las grandes cadenas trasnacionales es que, sea donde sea, sus productos siempre saben igual, medianamente bien.
Es increíble cómo aunque los insumos son congelados los procesos hacen que no sepan tanto así. No le deberían pedir mucho a las hamburguesas de restaurante normal dado que tienen sus propios ingredientes: su propia carne, queso, pan, etc. Son productos casi industriales pero, al menos en los ejemplos de abajo, son bastante disfrutables. La discusión sobre pros y contras la dejamos para otro día, hoy sólo quiero hablar de mis hamburguesas favoritas dentro del mundo de la comida rápida:
Whopper Extreme de Burger King. Lo que más me gusta de esta hamburguesa es lo sencilla que es: sólo dos carnotas, queso americano y queso Monterrey, salsa extrema, cebolla y pepinillos. Suficiente para saciar al más tragón.
Memphis BBQ Burger de Carl’s Jr. Buen sabor y gran tamaño. La carne Black Angus asada a la parrilla es deliciosa. La variación Memphis lleva, además de lo normal, carne deshebrada con salsa BBQ y cebolla capeada. Es lo mejor de dos mundos: una hamburguesota y un sándwich de carne de cerdo.
Big Mac de McDonald’s. Probablemente la hamburguesa más famosa del mundo. Para mí es la comida rápida perfecta. Tiene el tamaño ideal: dos carnes, tres panes, ajonjolí, lechuga y pepinillos. Pero lo que amarra todo y la hace especial es la famosa salsa Big Mac que es, en realidad, una especie de salsa mil islas.
The Original de 60’s Burger. Esta burger es sencilla pero eficaz: carne, queso americano, jitomate, lechuga, cebolla y pepinillos. Clásica. Un aderezo mil islas le da un toquecito que amarra el sabor.
Baconator de Wendy’s. No son las carnes cuadradas, es el sabor de las Wendy’s lo que las hace especiales. Sencilla, doble o triple, el chiste es el tocino: tres, seis y nueve tiras. Mayonesa, kétchup y no necesita nada más. Comentarios y sugerencias sobre esta columna: @burgermanmex en Twitter y burguerman.blogspot.com.