No lo puedo evitar: cada lugar que piso, lo primero que captura mi atención es la música que está sonando. Los Juegos Olímpicos de Río 2016 no han sido la excepción ¿Quiénes son los DJs en los diferentes eventos? ¿O serán playlists? ¿Les dejarán poner lo que se les de la gana? ¿Tendrán que seguir ciertos lineamientos? ¿Habrá una lista de temas prohibidos? ¿Los habrán elegido de acuerdo a la sede y a la disciplina que les corresponde musicalizar? Y, la mas importante de todas ¿POR QUÉ A TODOS LES GUSTA TANTO COLDPLAY? Al menos en los cuatro eventos a los que me ha tocado he tenido que escuchar alguna canción de Chris Martin y compañía. Sin embargo ese no ha sido el peor agravio musical que se ha cometido en estas tierras. No, es la falta de música brasileña sonando. Estamos hablando de un país de gigantes. El aeropuerto tiene el nombre de uno de sus grandes compositores, Carlos Antonio (Tom) Jobim. Una de las mascotas también se llama Tom en su honor y la otra en el de Vinicius de Moraes. En la arena, durante la final de la All-Around de gimnasia masculina, hay un segmento llamado “Samba para gringos” donde los maestros de ceremonia dan unos pasitos lamentables. Lo demás, lo que sonó mientras los gimnastas competían, eran versiones instrumentales, como de karaoke, de grandes éxitos del rock: desde clásicos de los Rolling Stones hasta unas de Muse.
En la alberca solo suena música antes del evento. El DJ nos receta hits de los últimos cinco años: Robin Thicke, Pharrell, Bruno Mars y así. Nada reciente. Durante los partidos de basquetbol la música es muy importante. Llena los huecos que se generan entre tiempos fuera, pausas y descansos. El partido que me tocó (Venezuela vs. China) empezó tarde, a eso de las 10 de la noche, y el pincha discos parecía consiente de la empresa que tenía frente a si: se lució repartiendo macanazos como “I Feel Good” de James Brown o “It’s So Unusual” de Tom Jones que ayudaban a mantener movido al respetable, que bailaba esperando salir en las pantallas del estadio.
Un DJ incomprensible fue el que me tocó en ciclismo: el equipo británico ganaba el oro y en el momento en el que están dando la vuelta de la victoria decide echar un popurrí de los Gipsy Kings ¿Pooooooor? Ahí si, hasta Coldplay hubiera estado mejor.
Pero bueno, habrá gente a la que le guste, gente a la que no, y gente a la que no le importe y ni se fije. Yo mas bien siento un poco de envidia por los que tienen esa chamba. Aunque esto de viajar como parte del equipo Visa es aun mejor. Me siento todo un ganador.