Fotografía: cortesía
La Unidad de Inteligencia Aérea usa seis drones para prevenir delitos 24/7, con una eficiencia del 90% en las investigaciones, la Unidad sigue protocolos para evitar que se viole la intimidad de la ciudadanía.
Combatir la inseguridad y prevenir la comisión de delitos en la Ciudad de México es el trabajo de los 24 elementos que integran la Unidad de Inteligencia Aérea Águila, quienes laboran 24/7 con ayuda de la tecnología de seis drones de última generación enfocados en inteligencia aérea. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la unidad ha concluido más de mil operaciones desde su creación, el 1 de noviembre de 2022, con una eficiencia del 90% en las investigaciones que derivan en operativos y detección de objetivos prioritarios. Los drones “están configurados con sistemas o cámaras térmicas, cámaras nocturnas de alta resolución, altavoces, lámparas, equipos anti-jammer para evitar el hackeo y otros accesorios que permiten ser utilizados de acuerdo con las necesidades de operación”, señala a Máspormás el Jefe Águila, quien por razones de seguridad omite su nombre.
Estos drones tienen un alcance de hasta 15 kilómetros, autonomía de 30 a 50 minutos dependiendo de las condiciones climatológicas y la cantidad de accesorios que se le integren al equipo, y por supuesto, cuentan con la capacidad para volar de día o de noche. Aunado a ello, la Unidad tiene la facilidad de intercambiar aeronaves gracias a la cantidad de baterías que poseen, y dado que se alimentan constantemente, pueden estar sobrevolando cuatro horas o un poco más en un sólo punto. “Tenemos una capacitación especial para el control de manera remota de la aeronave, para comunicación y navegación aérea, meteorología y comunicaciones electrónicas; en el área donde nos desempeñamos hacemos labores de inteligencia, en este caso inteligencia aérea, para obtener y explotar imágenes a través de los sensores”. Explica también que su trabajo se suma a las labores de seguridad que ya realiza la SSC, sobre todo en la investigación de los delitos, pues estos equipos están enfocados en ese objetivo y fortalecen y hacen más eficientes los trabajos que realiza la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial.
MENOR RIESGO PARA LA POLICÍA
El Jefe Águila precisa que la utilización de drones da la posibilidad de incursionar en zonas de difícil acceso, disminuir el riesgo para el personal de campo, mantener una vigilancia constante, reducir los costos de operación y ofrecer un panorama particular y general de algún objetivo que se esté investigando. El periodo de vida de un dron, agrega, “va de la mano con el mantenimiento que se le dé, el cual puede ser correctivo o preventivo, menor o mayor; es como un automóvil: depende de cómo se cuide es el tiempo que va a durar su vida útil y también se debe tomar en cuenta que al tratarse de alta tecnología, es preciso actualizarla constantemente”. Además de sus labores de inteligencia y monitoreo las 24 horas, los siete días de la semana, los 24 elementos también pueden participar en temas de protección civil, por lo que el Jefe Águila señala que “siempre se puede crecer; esperamos que en un corto plazo contemos con más equipo y más personal pero todo dependerá de las necesidades”. En ese sentido, subrayó que los operadores de esta unidad están plenamente habilitados para desempeñar cada una de las tareas que se les asignan: “a cada uno de nuestros compañeros se les capacita de manera constante con prácticas de vuelo y el conocimiento para llevar a cabo técnicas de vigilancia fija o móvil, seguimientos, etcétera. Desde que ingresan a la unidad se les ofrecen cursos de operación del dron, de navegación, de comunicación electrónica y varios más con la finalidad de estar siempre a la vanguardia”, argumenta.
SIN INVASIÓN A LA PRIVACIDAD
Es importante mencionar que el Jefe Águila desestima la posibilidad de que el trabajo de los drones sea desacreditado por la sociedad por alguna eventual invasión de su intimidad: “La unidad se enfoca a combatir temas de inseguridad y su función es prevenir la comisión de los delitos; contamos con el equipo y la tecnología para realizar otras labores, pero hay protocolos que se siguen para evitar este tipo de situaciones y para no violar la intimidad de nadie. Un dron de nuestra corporación sirve para combatir la inseguridad y se trabaja sobre objetivos específicos, donde ya existe alguna denuncia o alguna línea de investigación”, declara. Con 17 años de experiencia manejando esta clase de equipos, el encargado de la unidad afirma que gracias a la tecnología Anti-Jammers, hasta el momento no se ha presentado ningún problema de hackeo. “Nuestros equipos son muy seguros y la información que nos proporcionan está siempre a buen resguardo”.
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