La colación y las galletas de animalitos son algunos de los dulces más tradicionales de la época decembrina y solían ser los elementos principales de los aguinaldos
Los puestos de los mercados de la CDMX se preparan para la vendimia navideña; el olor de la mandarina fresca se eleva, el color vibrante de las piñatas y los dulces como paletas, gomitas, bombones, chocolates y galletas de animalitos que conforman los aguinaldos anuncian la llegada de las posadas.
La colación es el invitado especial para el arrullo del Niño Jesús durante la noche del 24 de diciembre, uno de los dulces tradicionales de nuestro país que ha resistido al paso del tiempo, conservando su sabor y textura gruesa, difícil de masticar, que al final del caramelo te sorprende con un cacahuate.
“Anteriormente, los aguinaldos se hacían con galletas de animalitos junto con la colación y se entregaban a los niños al finalizar la posada. Actualmente los niños ya no piden ese dulce porque no se lo comen o bien prefieren otros dulces que sean más fáciles de comer, algunos ni saben qué es”, comenta Patricia González, comerciante y dueña de un local del mercado de La Argentina, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo.
En su puesto, Paty, como le llama su clientela, cuenta con una variedad de dulces que van desde los más actuales hasta el tradicional. “La mayoría compra los más picosos y tenemos que traer más, a pesar de que lo vendemos más caros (20 pesos los 100 gramos).
Después sigue el chocolate y sus variantes: trufas, bombones bañados en chocolate (su precio va desde los 30 hasta los 80 pesos), y las glorias, entre otros”, respondió tras preguntarle sobre el producto más demandado.
Recuerdos de la infancia en la época decembrina
A pesar de que se adquieren dulces novedosos, aún hay personas que preguntan por la colación y se los llevan, razón por la que los ponen a la venta. “Alrededor de 12 personas al día vienen a nuestro puesto, preguntan por el costo de la colación o por las galletas de animalitos y se las llevan. Además, son económicos, ya que cuestan 16 pesos por 500 gramos, y 14 pesos los 100 gramos de colación”.
Considera que una de las razones por la que ha sobrevivido dicho dulce es por la nostalgia o por mantener viva la tradición de obsequiar algo al finalizar una reunión familiar.
“Cuando han venido a comprar, los clientes me han compartido sus anécdotas de la infancia y a muchos les recuerda a sus abuelos quienes les regalaban sus aguinaldos hechos con la colación; y hay otros recuerdos no muy lindos, pues se acuerdan de que era muy difícil comerlo, razón por la que ya no transmiten la tradición a las nuevas generaciones, porque es muy dura de morder”.
Duras pero brillantes
De acuerdo con el Diccionario de uso del español María Moliner, la colación o refacción, era la porción de dulces o frutas que se solía dar a los criados en el día de Nochebuena. En México y en otros países hispanohablantes, según el Diccionario Larousse de Cocina, son elaboradas con azúcar glass, fécula de maíz, cáscara de cítricos, canela o cacahuate; suelen ser duras y de colores brillantes como azul, amarillo, verde o rosa.