Sus primeras apariciones en el cine fueron por ahí del 2006 en personajes breves, hoy en día estrena casi una película al mes. Se trata de Tenoch Huerta, un chilango de 34 años que vive en La Del Valle, cuyo talento y carisma prometen convertirlo en referente del cine nacional. Si por nombre no lo reconoces, se trata del actor que protagonizó Güeros, Días de Gracia, Sin Nombre, o quien interpretó al minero boliviano en Los 33.
Este viernes 16 de octubre estrena Mexican Gangster, de José Manuel Cravioto, donde revive al famoso asaltabancos y cantante de la vida real Alfredo Ríos Galeana. También estrenó hace unas semanas No se Recargue en las Puertas, en la que da vida al padre de un niño autista extraviado en el metro de Nueva York.
¿Cómo logra un actor mantenerse vigente? “La neta es que ha sido un montón de chamba, de saber exactamente qué es lo que me mueve en la vida y no quitar el dedo del renglón”, responde.
No se cierra en un solo personaje o género, lo mismo reencarna a un estudiante idealista, un policía, un ladrón o un esposo ausente. “Soy de los que va al cine y veo una película como Mad Max, salgo y ya me siento Mad Max. Pero si el guión (que me ofrecen) no es inteligente no tiene caso hacerla”.
Hay quienes afirman que la ola de premios que obtuvo Güeros fue el gran salto de su carrera, algo que no acepta del todo. “Es la percepción generalizada, pero hay unos que creen que es Días de Gracia, con la que me gané el Ariel; otros creen que es Sin Nombre, que se fue a Sundance y con la que más conocen de mí en los Estados Unidos. Pero mi carrera misma es el boom de mi carrera”.
¿Fama? Es algo que no le inmuta en lo más mínimo, Tenoch no se siente un actor famoso, pues, por ahora, nadie lo para en la calle, y disfruta de una vida ordinaria.
“No tienes que ser talentoso para ser famoso, ahí tenemos a un montón de socialités. La fama te estorba, tienes que salir a la calle y vivir una vida normal para hacer personajes de la calle, si no puedes porque vives aislado en un castillo pues entonces creo que ya la cagaste”.
La simpatía y versatilidad es algo que caracteriza a este actor que lo mismo llega a la Cineteca en bicicleta, o asiste a alfombras rojas. “Nadie me para en la calle salvo los policías que quieren una lana, pero no se las doy”.
Además, estar tan presente en la cinematografía actual mexicana le ha valido amistades, como la de Luis Fernando Peña (Amarte Duele), a quien admira por sortear -justamente- la popularidad.
“Es un actor que tiene una relación muy sana y estable con éxito, me parece asombroso cómo lo hace”.