El Hospital General de Iztapalapa creó una Sala Labor Parto y Recuperación (LPR), en la que se brinda atención médica cercana a mujeres y personas gestantes
Con el objetivo de brindar una atención médica cercana y humanista a las mujeres y personas gestantes, el Hospital General de Iztapalapa Dr. Juan Ramón de la Fuente creó una Sala Labor Parto y Recuperación (LPR), en la que únicamente se atienden partos naturales, sin bloqueos o anestésicos durante el alumbramiento, en su lugar, se realizan masajes en la parte sacra para mitigar el malestar. Durante la labor de parto la paciente está acompañada por parteras profesionales (enfermeras perinatales licenciadas en enfermería, ginecología y obstetricia), quienes invitan al familiar a contribuir en los ejercicios de esferodinamia, musicoterapia, aromaterapia e hidratación. Además, la pareja o algún familiar puede estar presente durante el parto. Esta iniciativa fomenta un vínculo entre las familias y cierra un círculo emocional entre padres, madres e hijos, durante todo trabajo de parto, nacimiento y pinzamiento tardío del cordón umbilical, al darle la oportunidad a la otra persona progenitora de cortarlo.
En todo momento, la paciente o persona gestante está en libre movimiento, por esa razón, cuando el nacimiento está apunto de suceder la partera deja a su consideración cómo prefiere parir, si en posición vertical, en cuclillas o sentada. En cuanto nace el bebé se lleva a cabo el apego inmediato, es decir, contacto piel con piel para iniciar la lactancia materna, debido a que esta área del nosocomio tiene indicadores de cumplimiento, al ser un hospital certificado como Hospital Amigo del Niño y de la Niña. “El acercamiento piel con piel está comprobado bajo la evidencia científica que el bebé termorregula su temperatura, se adapta muy rápido por esas terminaciones nerviosas. Los neurotransmisores que tienen la mamá y el bebé se conjuntan y por eso hacen su termorregulación, el bebé no pierde calor y eso favorece un vínculo afectivo, le proporciona más seguridad y estabilidad”, indica la doctora María del Rocío Lima, directora del Hospital General Iztapalapa Dr. Juan Ramón de la Fuente, en entrevista para + Chilango.
En la lactancia materna temprana, la succión del bebé libera oxitocina que permite que la matriz vaya involucionando o contrayéndose para disminuir el riesgo en lo posible, además de establecer un vínculo emocional entre la mamá y el recién nacido, cuando el papá es parte de todo eso y participa, “el vínculo es mucho más fuerte hacia esa familia, pensamos que eso a futuro va a crear una familia más estable y es difícil que el padre olvide toda esta experiencia”. En caso de que las mujeres o personas gestantes asistan sin un acompañante, si están en condiciones, cualquiera de las enfermeras o parteras se vuelven “madrinas” del bebé y acompañan a las madres con la finalidad de que no se sientan solas en ese momento tan importante. “Yo creo que la implementación de esta sala va impactar de forma que va a disminuir el costo/ beneficio a las pacientes que no tengan factores de riesgo y las dejen parir de forma fisiológica, no va a requerir de una cesárea que aumenta los días de estancia hospitalaria se prolongan y de forma fisiológica la paciente en 24 horas está termodinámicamente bien estable”, añade la directora del hospital.
¿Para quién es esta sala?
Desde que inició el proyecto en 2023 a la fecha, se han atendido 151 partos en la Sala LPR; no obstante, aunque se trata de un servicio totalmente gratuito para quien lo solicite, este proyecto no es para todas las mujeres o personas gestantes embarazadas. Quienes deseen dar a luz mediante esta iniciativa, deberán cumplir con algunos requisitos, con el propósito de no poner en riesgo a la madre o al recién nacido. Entre los requisitos más importantes está el control prenatal con un mínimo de cinco consultas en el Centro de Salud, para detectar que no existan factores de riesgo, que ingresen con trabajo de parto con previa valoración de los médicos ginecoobstetras y que acepten estar en el modelo, una vez que se les da a conocer en qué consiste. Entre los factores de riesgo que pueden condicionar que una paciente no sea candidata a la sala están: la hipertensión en el embarazo, diabetes gestacional, infecciones cervicales como papiloma o condilomatosis activa. Estas afecciones son detectadas por el médico familiar en los Centros de Salud durante las consultas de control prenatal, de esta manera ellos detectan si se trata de un embarazo sano. “Tenemos un vínculo con los centros de salud cercanos al hospital. En esta primera etapa hicimos un acercamiento con la jurisdicción de Iztapalapa y por la cercanía estamos en comunicación con los centros de salud, ellos ya nos envían pacientes que catalogan como propuestas para participar en este tipo de atención”, puntualiza la doctora. María del Rocío Lima.