Raúl Macías Guevara, popularmente conocido como el Ratón Macías, sin duda dejó una historia en el boxeo mexicano. Nacido en uno de los barrios bravos de Tepito el 28 de junio de 1934, inició su carrera profesional en 1952 y un año después obtuvo el título nacional en la categoría de peso Gallo.
Pese a su 1.61 de altura, el Ratón Macías destacó en el mundo del boxeo por su agilidad, resistencia y, sobre todo, por su entrenamiento físico apoyado por su mánager Tomás Castillo. Participó en los juegos Panamericanos en 1951 obteniendo la medalla de bronce y el 9 de marzo de 1955. Alcanzó la cima cuando obtuvo el título mundial al enfrentarse contra el tailandés Chamrer Sonkitrat, en San Francisco, Estados Unidos. A pesar de los éxitos, se retiró del pugilismo a los 24 años de edad.
A siete años de su muerte, Raúl el Ratón Macías sigue siendo recordado como uno de los grandes del deporte del boxeo. Como muestra del cariño y la afición, en el 2009 se creó el gimnasio Raúl “el Ratón”, ubicado en la delegación Azcapotzalco (Av. Encarnación Ortíz 1608, col. del Gas).
Aquí lo recordamos con sus frases más célebres:
“Todo se lo debo a mi manager y a la Virgencita de Guadalupe”.
“Le prometí a mi jefecita que me iba a retirar para que estuviera tranquila y a la semana que anuncié el adiós, dejó de existir”.
“Nunca fui ni mujeriego ni parrandero”.
“Las muestras de cariño de los aficionados no se compran con dinero”.
“Los golpes en el box no hacen daño, son las drogas y el alcohol lo que perjudica, pero si tienes carácter no hay problema”.