Fue un convento de los siglos XVII al XVIII, pero también se usó como cuartel militar para defensa de los intentos de intervenciones extranjeras. Te reciben la Capillita Franciscana y el parque Xicoténcatl, al caminar entre los enormes árboles aparecen las primeras sorpresas: este fue territorio de guerra, es por eso que encontrarte con cañones y estatuas dedicadas a héroes de la patria será un común en tu recorrido. Ahora es un sitio muy tranquilo para caminar.
LA VIDA DE UN MONJE.
Toda la planta baja del edificio está dedicada a conocer la vida cotidiana de los monjes que habitaban el convento: el comedor, los pasillos de charla, la fuente de agua potable y los alucinantes lienzos que cubren casi por completo las paredes pintados por ellos mismos. Busca “Coronación de la Virgen” subiendo las escaleras de lado izquierdo.
JARDIN, HUERTO Y VENTANAS.
¡Qué suertudos los monjes que vivieron aquí! Todo el lado este del edificio lo ocupa el huerto en el que todavía se conservan las cosechas de sábila, te negro, epazote, ruda, hierbabuena, entre otras plantitas de olor y sabor. El oeste lo ocupa un laberíntico jardín con largas bancas para sentarse a oír pajaritos cantar. Finalmente, cuando hayas recorrido el museo, te recomendamos detenerte a ver la vista a los jardines desde las pequeñas ventanitas del edificio.
DE LLENO A LA GUERRA
En total son 28 salas de historia, las intervenciones extranjeras a México son un tema amplio por conocer. Si necesitas hacer un repaso para el siguiente examen de historia, aquí vas a ver en vivo y a todo color las pistolas que usaba Venustiano Carranza, la carrozas que usaron en la Independencia y hasta los exvotos que dejaba la gente en las iglesias para ser bendecida y protegida de la guerra.
20 de Agosto. s/n, col. San Diego Churubusco, Coyoacán
Martes a domingo 9 a 18hrs.
$46.
Aretha Romero
(Aretha Romero)