Una reforma aprobada recientemente por el Congreso de la CDMX garantiza la asistencia médica y psicológica, así como los insumos necesarios para una menstruación digna
El Congreso de la Ciudad de México aprobó en días pasados una iniciativa que tiene como fin establecer “programas y medidas que promuevan el acceso a insumos de gestión menstrual e higiene para niñas y adolescentes pertenecientes a grupos de atención prioritaria, desde las diferentes instancias del gobierno capitalino”.
La reforma es al primer párrafo y las fracciones I, III y IV, se adiciona una fracción V al artículo 50 y se reforma la fracción XIII del artículo 99 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México, en la que se plantea que “los actos de discriminación y desigualdad impactan de forma negativa en la vida de las niñas y adolescentes respecto a este proceso biológico que generalmente comienza entre los 10 y 16 años de edad, el cual, debido a la falta de información se ve estigmatizado, lleno de creencias erróneas, estereotipos y violencia, y por consiguiente tiende a mal interpretarse por algo pernicioso”.
Durante la aprobación del dictamen, en diciembre pasado, la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del Congreso local señaló que “la menstruación se ha convertido en un periodo o etapa que tiende a malinterpretarse, violentarse e inclusive conduce a discriminar a mujeres”.
De acuerdo con la propuesta presentada por la diputada morenista Marisela Zúñiga Cerón, en la que cita estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por sus siglas en inglés, el 43% de las niñas y adolescentes mexicanas prefieren quedarse en casa durante su periodo menstrual, lo que implica que tienen que interrumpir su aprendizaje y actividades cotidianas.
Estos estudios también señalan que sólo 5% de los niños y adolescentes tiene conocimiento preciso sobre la menstruación, 5% de los padres hablan con sus hijas de menstruación y 16% de niñas y adolescentes cuentan con conocimientos precisos sobre la menstruación.
Mientras que en el dictamen aprobado el 9 de febrero pasado, se precisa “que el derecho a una gestión para la menstruación digna es de suma importancia para proporcionar servicios de calidad y salud a mujeres y niñas, garantizando su seguridad sanitaria y bienestar físico; acompañado de información objetiva, científica y laica sobre ciclos menstruales que permita a las mujeres detectar en condiciones no normales en su estado de salud y prevenir padecimientos graves”.
La importancia de la higiene
La UNICEF afirma que a medida que las niñas y los niños crecen, las brechas de género se expanden, lo que se refleja en una disminución de oportunidades y opciones de desarrollo para las niñas. “La menstruación se vuelve parte de este fenómeno de reducción de oportunidades, al seguir siendo un tabú, lo que reduce perspectivas de salud, bienestar y educación para millones de niñas y mujeres adolescentes”. Por ello, son importantes los recursos de aprendizaje sobre higiene menstrual.