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19 de marzo 2025
Por: Redacción

Animada vs. live action: ¿cuál prefieres?

Disney sigue llevando sus clásicos animados al live action, emocionando a nuevos públicos y generando debates sobre los cambios en sus personajes e historias

Por Liz Basaldúa*

Desde hace más de una década, Disney ha llevado sus clásicos animados al formato live action, buscando conectar con nuevas generaciones. Sin embargo, más allá de la nostalgia y la tecnología, estas películas han generado debates sobre la fidelidad al material original, representación de género y raza, y la reescritura de personajes para alinearlos con los valores actuales. Con el estreno de Blanca Nieves (2025), la polémica vuelve a encenderse: ¿estos cambios enriquecen las historias o alejan a sus fans más fieles?

Blanca Nieves empoderada y feminista


Blanca Nieves y los siete enanos (1937), la primera película animada de Disney, ha sido reinterpretada para adaptarse a los tiempos modernos. En esta nueva versión, el personaje no dependerá de un príncipe para ser rescatada, sino que se convertirá en una líder fuerte e independiente.

Este enfoque ha sido defendido por la protagonista, Rachel Zegler, quien en entrevistas ha declarado: “Ya no estamos en 1937. No estará esperando a ser salvada por un príncipe. Sueña con convertirse en líder, y esa es una historia increíble para que las niñas se vean reflejadas en ella”.

Si bien muchas personas aplauden la actualización del personaje, otras critican la falta de apego a la historia original. Incluso David Hand, hijo de uno de los directores de la versión animada, calificó la nueva película como un “insulto” al legado de Walt Disney.

La controversia no termina ahí. La elección de Zegler, quien tiene ascendencia latina, generó reacciones mixtas. Además, la película cambió la representación de lxs siete enanxs incluyendo personas de distintas razas y estaturas, lo que ha sido considerado innecesario o poco representativo. ¿Acaso al hacer esto se quitan oportunidades a artistas con enanismo?

La sirenita afroamericana


El live action de La sirenita (2023) generó gran revuelo cuando Disney eligió a la actriz afroamericana Halle Bailey para interpretar a Ariel. El anuncio desató opiniones divididas en redes, donde el hashtag #NotMyAriel se hizo tendencia y el tráiler acumuló más de 1.5 millones de “no me gusta” en YouTube.

Mientras algunxs criticaban el cambio, otrxs celebraban la representación y diversidad en pantalla. Bailey respondió con orgullo, destacando la importancia de que niñas negras se vean reflejadas en ella. A pesar de la polémica, la película tuvo buena recepción y éxito en taquilla, reafirmando el avance hacia una industria más inclusiva.

Mulán y el #MeToo

Disney prometió que Mulan (2020) sería una versión más realista y adulta, eliminando elementos icónicos como las canciones y a Mushu. También modificó al personaje de Li Shang, quien fue dividido en dos: el comandante Tung, su mentor; y Honghui, su igual en el batallón.

Según el productor Jason Reed, en la era del #MeToo resultaba inapropiado que el interés romántico de Mulan fuera también su superior jerárquico, lo que generó críticas entre lxs fans que consideraban a Li Shang un personaje clave y un ícono LGBTIQ+.

La eterna discusión


El debate sobre los cambios en los live action no es exclusivo de Disney. En un mundo donde la diversidad es cada vez más reconocida, estas adaptaciones buscan actualizarse conforme a los valores actuales. Sin embargo, esto ha generado resistencia entre quienes prefieren que los personajes se mantengan fieles a su versión original.

Casos como el de La Bella y la Bestia (2017), donde LeFou fue reinterpretado como un personaje abiertamente gay, fueron celebrados por algunxs y cuestionados por otrxs. Lo cierto es que la industria del cine sigue evolucionando y los estudios buscan atraer a una audiencia más diversa.

Las adaptaciones continúan

Entre polémicas y cambios en la industria, Disney sigue apostando por los live action con próximas versiones de Hércules, Moana y Lilo & Stitch. Tan sólo de esta última se espera su arribo a cines mexicanos el 22 de mayo. Aun así, la gran pregunta es: ¿hasta qué punto estas adaptaciones pueden seguir capturando la magia original sin perder la esencia que las hizo icónicas? O bien, ¿será momento de dejar vivir las originales como fueron concebidas y pensar en nuevas historias?

*Texto adaptado para + Chilango diario

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