Aunque no lo creas, la esposa de Porfirio Díaz y hasta la ONU tuvieron algo que ver en la reducción de la población de nuestro “monstruo de agua”
Por Eduardo Alavez*
El lago de Xochimilco se ha vuelto un hogar hostil para nuestros queridos ajolotes, que están a punto de desaparecer. Desde hace más de 20 años, la población de este pequeño anfibio ha disminuido a niveles alarmantes en el emblemático cuerpo de agua de la Ciudad de México.
Según cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1998 había alrededor de 6,000 ajolotes por kilómetro cuadrado en los canales de Xochimilco; para 2014, la población se redujo a sólo 36 por kilómetro cuadrado.
Hoy la situación sigue siendo preocupante. Lxs especialistas del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM prevén un escenario aún más alarmante para nuestro “monstruo de agua”.
“El panorama más tétrico es que haya disminuido la población de ajolotes, pero esperamos que por lo menos se mantenga en la misma cantidad de individuos que encontramos aquella vez (2014)”, dijo Vania Mendoza, coordinadora de la campaña ADOPTAXOLOTL y del Censo de Ajolotes 2024, en entrevista con Chilango.
Causas de la extinción
La bióloga explicó que hay tres factores que están poniendo en peligro tanto el ecosistema del lago de Xochimilco como la vida del ajolote mexicano en la CDMX.
El primero es la urbanización, ligada al cambio de uso de suelo de las áreas naturales para fines turísticos. Mendoza señaló que muchas chinampas han dejado de lado la agricultura para convertirse en espacios de esparcimiento, como salones de fiesta o canchas de futbol.
“Esto es un problema muy fuerte, porque al final de cuentas una cancha de futbol no va a dar los mismos servicios ecosistémicos que lo haría una chinampa con agricultura”.
El segundo problema es la calidad del agua. La experta recordó que actualmente el lago enfrenta una fuerte contaminación debido a las aguas residuales, así como a la dinámica turística que afecta los canales.
El tercero es la introducción de especies exóticas, que ha representado un dolor de cabeza no sólo para Xochimilco, sino también para otros cuerpos de agua en México. Ejemplos claros son el lirio acuático, las carpas y las tilapias, que amenazan la vida de los ajolotes.
¿Cómo llegamos a este punto?
Un artículo del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) señala que el lirio fue introducido en México a principios del siglo XX por algunas familias de la Ciudad de México, Jalisco y Michoacán. Incluso, Carmen Romero Rubio, esposa del presidente Porfirio Díaz, fue señalada como una de las responsables de traer esta especie invasora a Xochimilco. ¿La razón? El “embellecimiento” de los estanques.
En el caso de las carpas y tilapias, la responsable de su introducción fue la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
La especialista indicó que, en la década de 1970, México lanzó un programa para mejorar la alimentación de las poblaciones más empobrecidas, promoviendo la pesca para el beneficio de lxs habitantes.
“Se introdujeron las carpas y las tilapias porque son especies que se adaptan muy bien a los ecosistemas. Sin embargo, no se realizó un estudio ecológico sobre cómo impactaría su presencia, lo que desencadenó problemas graves para el ajolote mexicano”.
No todo está perdido
El ajolote es un pilar fundamental del ecosistema de Xochimilco. En la cadena alimentaria, este anfibio chilango es un depredador tope, es decir, mantiene el equilibrio controlando las especies por debajo de él. De desaparecer, todo el ecosistema sufriría un desequilibrio grave, explicó Vania Mendoza.
“El ajolote no puede vivir sin Xochimilco, Xochimilco no puede vivir sin el ajolote, pero tampoco la Ciudad de México puede vivir sin Xochimilco”, agregó la bióloga de la UNAM.
Recordó que el lago es vital para la ciudad, pues proporciona “servicios ecosistémicos” que van desde mejorar la calidad del aire hasta regular la temperatura y generar productos agrícolas de alta calidad.
Pero no todo está perdido. El Laboratorio de Restauración Ecológica de la UNAM trabaja en el proyecto Chinampa Refugio, que busca restaurar el ecosistema del lago de Xochimilco y fomentar la repoblación del ajolote en su hábitat natural.
“Lo que hacemos básicamente es generar espacios que fomenten la chinampería tradicional y, al lado de estas chinampas, habilitamos refugios con biofiltros para mejorar la calidad del agua y crear zonas libres de especies exóticas”, detalló.
Además, lanzaron el programa ADOPTAXOLOTL para adoptar ajolotes. Esto no significa que te llevarás un descendiente de Ajoloberto a tu casa, sino que puedes ser madrina o padrino de uno de estos simpáticos anfibios a través de donaciones.
Actualmente se lleva a cabo la tercera edición de la campaña de adopción, que tiene como meta recaudar seis millones de pesos para 2024-2025, un 30% más que el año pasado. Los recursos se destinarán a la conservación, reproducción e introducción de ajolotes en Xochimilco.
- De 6,000 a 36 ejemplares por kilómetro cuadrado se redujo la población de ajolotes en Xochimilco entre 1998 y 2014
- 6 millones de pesos se planean recaudar a través de programa ADOPTAXOLOTL para rescatar el hábitat del ajolote
- Lxs científicxs de la UNAM trabajan en los resultados del Censo de Ajolotes 2024, que se dará a conocer entre marzo y abril de 2025.