La Organización Meteorológica Mundial (OMM) toma en cuenta que sean fáciles de pronunciar y recordar, a fin de evitar confusiones durante la difusión de información del fenómeno meteorológico
Los huracanes son una de las mayores amenazas naturales capaces de provocar en un abrir y cerrar de ojos catastróficas inundaciones, pérdidas humanas, así como daños materiales significativos. El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales, al presentar vientos sostenidos que alcanzan o superan los 119 kilómetros por hora, que van acompañados de lluvia, truenos y relámpagos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas anunció en mayo pasado que la temporada de huracanes de 2024 será “muy activa”, a la par de subrayar la necesidad de decretar alertas tempranas para salvar vidas. “Sólo hace falta que un huracán toque tierra para hacer retroceder años y años de desarrollo socioeconómico”, declaró Clare Nullis, portavoz del organismo.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el Océano Pacífico se estiman entre 15 y 18 sistemas, de los cuales ocho y nueve serán tormentas tropicales; cuatro o cinco huracanes categorías 1 o 2 y tres o cuatro huracanes nivel 3, 4 o 5.
Los nombres designados para estos son: Aletta, Bud, Carlotta, Daniel, Emilia, Fabio, Gilma, Héctor, Ileana, John, Kristy, Lane, Miriam, Norman, Olivia, Paul, Rosa, Sergio, Tara, Vicente, Willa, Xavier, Yolanda y Zeke.
En cuanto al Océano Atlántico pronosticó de 20 a 23 sistemas, de los cuales 11 o 12 serán tormentas tropicales; cinco y seis evolucionarán a huracanes categorías 1 o 2; y cuatro a cinco huracanes alcanzarán una velocidad mayor, es decir, categorías 3, 4 y 5. Los nombres designados para estos son: Alberto, Beryl, Chris, Debby, Ernesto, Francine, Gordon, Helene, Isaac, Joyce, Kirk, Leslie, Milton, Nadine, Oscar, Patty, Rafael, Sara, Tony, Valerie y William.
¿Quién designa los nombres?
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), con sede en Ginebra, es la institución encargada de elaborar las listas con nombres femeninos y masculinos por cada letra del abecedario en idiomas español, inglés y francés; en el listado del Atlántico se excluye a la Q, U, X, Y o Z, debido a la dificultad de encontrar nombres fácilmente reconocibles con estas letras.
Cabe mencionar que cada año la lista cambia y cada seis se completa un ciclo, es decir, la de 2024 se empleará nuevamente en 2030; esto aplica para ambos casos. La OMM selecciona los nombres bajo un estricto protocolo tomando en cuenta que sean fáciles de pronunciar y recordar, a fin de evitar confusiones durante la difusión de información del fenómeno meteorológico.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en algún momento se acostumbró a “bautizar” a los ciclones con el santo del día en que “su poder destructivo azotaba con mayor fuerza alguna región”; por ejemplo, los huracanes San Felipe en 1876 y 1928 en Puerto Rico. Por su parte, el laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos señala que antes sólo se empleaban nombres de mujeres, pero esa práctica cambió a partir de 1979.
¿Y si se agotan?
En dos ocasiones (2005 y 2020) se recurrió al alfabeto griego como medida auxiliar; sin embargo, el Comité de Huracanes de la OMM decidió en 2021 suspender su uso debido a que “es una fuente de distracción a la hora de avisar acerca de peligros y tormentas que, además, puede generar confusión”. Determinó que una vez que se terminen los nombres con los cuales se identifican a los ciclones tropicales en ambos océanos, se utilizará una lista complementaria.
Nombres retirados debido a su impacto
Si algún huracán es particularmente devastador su nombre se retira y reemplaza; la intención es evitar confusiones y reconocer aquellos eventos naturales que han dejado grandes daños como lo fueron Katrina (2005), Sandy (2012), Dorian (2019) y recientemente Otis (2023), que golpeó las costas de Acapulco; de acuerdo con el gobierno federal, este huracán dejó 52 personas muertas, 274 mil viviendas afectadas y daños en un 80% de la zona hotelera.
