Inspirado por el teatro, el diseñador Gustavo Chacoli transforma la moda en un espacio inclusivo, donde cada prenda cuenta una historia y promueve la sostenibilidad
Gustavo Chacoli es un diseñador chilango que ha ganado reconocimiento por su enfoque innovador y su compromiso con la sustentabilidad. Apasionado por el teatro y creyente de que la moda debe ser inclusiva, Chacoli nos cuenta sobre el panorama de la industria actual, su método creativo y sobre lo que vivió presentando su más reciente colección en la Fashion Week de Nueva York 2024.
Cuéntanos sobre la necesidad de ser sustentables en el ámbito de la moda
La sustentabilidad es un tema primordial en la agenda de todas las industrias. Fui empleado de la compañía química más grande a nivel global (BASF) y puedo decir que el futuro de los textiles ciertamente apunta a la innovación tecnológica: hoy en día es posible reciclar tejidos y convertirlos en nuevas fibras; sin embargo, esta tecnología sólo está al alcance de grandes corporaciones.
A su vez, los diseñadores independientes tenemos la oportunidad de promover un ciclo de tendencias opuesto al fast fashion, permitiendo que el tiempo de vida de la indumentaria sea más largo. Los consumidores también deben modificar su comportamiento de compra y considerar invertir en un guardarropa de calidad en vez de prendas que duran tres meses y terminan en la basura.
¿Cuál es el estado de la industria textil mexicana?
La industria textil mexicana es fuerte en cuanto a capacidad de producción pues existen zonas de maquila a lo largo del país; sin embargo, la calidad de los productos se ha visto comprometida a lo largo de los últimos años por lo poco competitivo que resulta ante la importación de productos asiáticos y la falta de un ecosistema que permita el surgimiento de diseñadores con propuestas estéticas capaces de crear tendencias e innovar en el diseño. Nos hace falta liderazgo para imponer moda.
Durante mis estudios de emprendimiento social en la Universidad de Oxford, analicé el tema desde un punto de vista incluso económico y puedo decir que nos hace falta valorar la riqueza artesanal propia de nuestra cultura para apropiarla e integrarla en función de nuevos diseños que nos diferencien del resto del mundo.
Desafortunadamente estamos matando los talleres de maquila apostando por una industria fast fashion que los obliga a reducir sus costos al máximo; esto repercute en la generación de pobreza en vez de riqueza. Hemos aceptado pagar barato por calidad “chafa”, pero debemos comprender que afectamos a toda la industria y las fuentes de empleo que genera.
Cuéntanos sobre el proceso detrás para crear tus colecciones
El famoso método de Constantin Stanislavski (y algunos otros) para la creación de personajes es un sistema que trabaja primero con lo interno para después dar forma externa; en mi caso, trabajo con mis clientas para identificar quiénes son, en qué momento de la vida se encuentran y hacia dónde quieren avanzar.
A partir de ese perfil puedo crear diseños utilizando los conocimientos técnicos de la confección que estén alineados con expresar y comunicar el personaje que somos cada uno en lo individual. Es por eso por lo que mis colecciones son de nicho, pero al mismo tiempo funcionan para todo tipo de persona. El nicho sería aquellas personas que busquen originalidad para expresar su identidad a través de la ropa.
¿Qué tal estuvo tu experiencia en el Fashion Week de Nueva York?
Fueron dos años tocando la puerta y picando piedra; dos años de evolucionar hasta alcanzar un punto para ser tomado en consideración y donde pudieron identificar mi estilo personal como único (lo clasificaron como ecléctico).
Considero que siendo el NYFW la cima global en la industria de la moda, al menos en términos comerciales, justamente el aprendizaje es entender que debe haber una industria, un ecosistema comercial que permita emerger nuevos talentos y la creación de productos y servicios al alcance de más personas.
Presenté una colección de colores vibrantes que tuvo mucho éxito, fue una experiencia inmersiva, pues desfilamos sobre una plataforma LED que mostraba un video del mar; el diseño sonoro emulaba una tormenta y en las pantallas se podía ver el océano con lluvia.
El acting de las modelos, de siete nacionalidades, también fue importante, pues estaba en línea con una narrativa. Fue gratificante la producción a cargo de John Martínez, quien también hace los shows de Carolina Herrera y Oscar de la Renta.
Además, como diseñador mexicano, me han contactado de países como Italia, Canadá, Egipto, Tailandia y Estados Unidos, entonces significa que un mexicano puede estar a la altura de cualquier marca global.
Gustavo ante a otrxs diseñadorxs
“Tengo una visión estética comprometida únicamente con mi forma de pensar; mi proceso creativo involucra mi experiencia como artista escénico, pues soy actor de teatro. Mis colecciones permiten expresar artísticamente mi visión del mundo actual a través de una narrativa que sintetiza mis catarsis personales ante los retos y desafíos que vivimos los seres humanos. Esto se caracteriza por un discurso personal acerca de temas tabú como la sensualidad, el poder, los placeres, la rebeldía, y la libertad”, comenta Chacoli.