La CDMX recibe una gran cantidad de conciertos internacionales, pero décadas atrás era un hecho histórico que las bandas del momento pisaran tierra azteca. ¿Qué cambió? Aquí te contamos
Por Claudia González Alvarado*
La Ciudad de México se ha convertido en un punto indispensable para las giras internacionales. Casi cada mes tiene alrededor de 100 conciertos entre nacionales y extranjeros. Quizá lo has notado, pero especialmente después de la pandemia se dejaron venir con todo. Y a nosotrxs nos entraron unas ganas locas de disfrutar que sobrevivimos.
Pero tanta conciertiza en la capital nos puso a pensar: ¿cómo llegamos a esto? Para tratar de entenderlo, primero tenemos que ir al pasado.
1960
En esa época no había industria de conciertos internacionales en el entonces Distrito Federal (D.F.). Y menos después del 2 de octubre de 1968. Pero en 1969 el decorador de interiores-productor de conciertos, Mario Olmos, trajo a The Doors a la Plaza de Toros México. Según se dijo en esa época, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz no firmó los permisos necesarios. Entonces Alfredo Díaz Ordaz, hijo del mandatario y fan de la banda, la hizo de guía de turistas de Jim Morrison y compañía. Y estos terminaron dando cuatro conciertos entre el 27 y 30 de junio en Forum, un lugar para mil personas en la colonia Del Valle, propiedad de los Hermanos Castro.
1970
El Festival de Rock y Ruedas de Avándaro se realizó en el Estado de México el 11 y 12 de septiembre de 1971. Aunque sólo eran bandas mexas, entre palabras altisonantes que se transmitieron en vivo en Radio Juventud y la llegada de más público del esperado hubo descontento en el gobierno, muchos religiosos y parte de la sociedad. El presidente Luis Echeverría prohibió el rock en radio y conciertos. Sin embargo, el 7, 8 y 9 de noviembre de 1975, el grupo estadounidense Chicago tocó en el Auditorio Nacional. Banda que no consiguió boletos quemó camiones y hubo enfrentamientos con granaderos.
1980
Destaca en la segunda mitad la llegada de Miguel Mateos y Soda Stereo de Argentina. Y Nacha Pop y Danza Invisible de España. Pero el concierto internacional más rifado de la década sucedió el 29 de abril de 1988: Miguel Ríos con su gira Rock & Ríos en la Plaza de Toros México, traído por Rock 101. El propio Ríos ha llegado a decir que siempre recordará esa noche histórica. Y no olvidemos el 15 de noviembre de 1980, cuando el trío británico The Police tocó en el Gran Salón del Hotel de México, hoy World Trade Center.
1990
Este año vio el nacimiento de OCESA (Operadora de Centros de Espectáculos S.A. de C.V.), promotora fundada por Alejandro Soberón Kuri, y con eso el arranque formal de los conciertos internacionales en la capital. “Les concesionan el Palacio de los Deportes, que es del Estado, y se remodela el Auditorio Nacional”, explica Rulo, locutor de radio con más de tres décadas en el medio y actual conductor de “Poderoso” en Convoy Network junto a El Cha!
El arranque fue con la banda australiana INXS el 12 y 13 de enero de 1991, en el Domo de Cobre. Ese mismo año este lugar recibió a Bob Dylan (1 y 2 de marzo) y Billy Joel (19, 20, 22 y 23 de marzo). De ahí en adelante ya no dejaron de presentarse actos internacionales. “Todo va de la mano con el salinismo, con la entrada al TLC (1994). Los conciertos son parte de esa sensación de la apertura de México al mundo”, apunta Rulo.
2000
Rulo recuerda cómo el concierto de GusGus en Hard Rock Live, espacio dentro del extinto Hard Rock Café en Polanco, detonó un cambio. “Ahí empezaron también los conciertos de artistas chicos, más alternativos, más de culto, ya no nada más las súper estrellas”, dice. Así tuvimos aquí lo mismo a Oasis que a Hanson, a Gustavo Cerati que NSYNC, Gorillaz y Britney Spears (que nos dejó la “Britneyseñal” de recuerdo).
2010
OCESA fundó el festival Corona Capital, que a partir de 2013 sólo incluye bandas y cantantes extranjerxs de rock e indie. Y así la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez se convirtió en un espacio más para que el público capitalino pudiera ver a sus favoritos.
El 6 de septiembre de 2012 llegó el primer concierto de K-pop al todavía D.F., cuando el cantante Xia Junsu se presentó en el BlackBerry. Y en 2013 se vivió uno masivo: Super Junior en la Arena CDMX. Un nuevo público empezó a ser tomado en cuenta.
2020
Entonces llegó la pandemia de COVID-19 y hubo que parar los conciertos presenciales desde marzo de 2020 y hasta parte de 2021, año en que finalmente el gigante mundial de los conciertos, Live Nation, se hizo con el 51% de OCESA. “Eso vino a cambiar un poco la jugada.
Ya veníamos siendo un país en donde a las bandas les encanta venir porque somos un público muy arrojado, muy intenso, súper apasionado. Y esta promotora que lleva muchos eventos, tiene dentro de sus giras a México. Entonces es consumo, es oferta que se amplió”, explica Natalia Szendro, gerente de Radio Chilango.
Así, la CDMX ha pasado de ser una ciudad donde la chaviza no podía ir a conciertos, y menos de rock, a una entidad vibrante en la que ya casi no hay día sin concierto.
- Lo que resta del año, así como las fechas ya anunciadas para 2025 (el esperado regreso de Oasis), nos dejan ver que la CDMX seguirá recibiendo gran cantidad de conciertos internacionales. Ya los estamos esperando, ¿verdad, bandita chilanga?
- En 1998, OCESA puso otra nota positiva con la primera edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, abriendo las puertas a todas las bandas de rock de habla hispana
- En 2010, OCESA fundó el festival Corona Capital, que a partir de 2013 sólo incluye bandas y cantantes extranjerxs de rock e indie en su cartel
Este 2024, el ritmo no ha bajado, surgió un festival dedicado a las mujeres, el Hera, y la segunda edición del Arre, destinado a la música regional mexicana
*Texto adaptado para + Chilango