Más de 8,000 árboles del bosque de Milpa Alta murieron en tiempo récord por la plaga de muérdago y la crisis hídrica
Por Juana García
A lo lejos resalta el gris sobre el verde de la vegetación, son los árboles que se han secado en el bosque de Milpa Alta, el principal pulmón verde de la Ciudad de México. Comuneras, comuneros y brigadistas comunitarixs trabajan contra reloj en un intento de detener la plaga que ha matado a más de 8,000 ejemplares.
El daño se extiende por más de 322 hectáreas, aunque el trabajo de saneamiento y restauración ecológica que lxs comunerxs hacen por su cuenta apenas abarca una muestra de cinco hectáreas de la zona afectada, lo que implica derribar a los especímenes muertos para estudiarlos a fin de saber por qué se marchitaron tan rápido.
A María Alarcón le toca recoger la leña de los árboles secos que son cortados con una motosierra por sus compañerxs. “Duele ver que nuestros árboles se están secando, pero duele más cuando los tiramos porque nosotros los hemos cuidado y les hemos dado mantenimiento”, indica la comunera, bombera forestal y brigadista comunitaria.
Es el primer año y la primera vez que el pueblo originario nahua hablante de San Pablo Oztotepec, de la alcaldía de Milpa Alta, atraviesa una crisis forestal por el cambio climático. La crisis hídrica y la plaga del muérdago habían afectado hasta mediados de junio más de 322 hectáreas de la zona de conservación de bosques, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Sin embargo, cada día se van secando más y más.
“Podrían ir en aumento porque la plaga sigue y no hay un control, lo único que hicieron los técnicos de la Conafor fue podar algunos árboles… Aún no tenemos claro exactamente qué ha provocado la muerte de más de 8,000 árboles en tan poco tiempo. Es la primera vez que vivimos esta crisis en nuestros bosques”, dicen lxs comunerxs mientras sanean con urgencia tramos de bosque dañados.
El muérdago es una plaga semiparásita que ha estado presente desde siempre en los bosques de Milpa Alta, crece con facilidad en la mayoría de los ecosistemas y una vez que comienzan a expandirse cerca de un árbol, penetran su corteza y compiten directamente con él, privándolo de nutrientes que obtiene de la tierra, mientras absorben agua de sus ramas y tronco.
En México, existen 10 géneros y alrededor de 150 especies de muérdago, según el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Sin embargo, los pobladores de esta zona de la Ciudad de México no tienen ningún registro de que la planta parásita matara tan pronto a los árboles, principalmente el aile, que es un árbol nativo de este pueblo originario. “Registrábamos que el muérdago acababa con los árboles en alrededor de seis a siete años, pero ahora sólo han pasado 10 meses y esta parte está toda gris porque los árboles están secos”, explica otro comunero.
Detener la plaga y prevenir incendios
Con una motosierra en la mano, Moisés derriba un aile seco para ir avanzando con el área de muestra y determinar qué ha llevado a la muerte a estos árboles nativos. “Apenas llevo dos árboles, está todo seco, ya no tiene vida. Estamos haciendo todo esto para que la madera seca no se quede aquí y al rato un incendio salga de control”, dice el joven que lleva toda su vida cuidando el bosque.
Lxs brigadistas trabajan desde el mes de septiembre en tumbar los árboles plagados para tratar de detener la plaga. “La prioridad de las brigadas comunitarias es el bosque”, expone Pablo Medina, integrante del Consejo de Representación Comunal de San Pedro Ozoctotepec. Con las actividades de saneamiento y restauración buscan además prevenir los incendios o impedir que se salgan de control con la cantidad de árboles secos en pie.
Entre los parajes afectados está Tecaxtitlla, donde los primeros árboles plagados fueron reportados desde hace tres años. Sus habitantes indican que en esta zona ya no hay humedad, pues este año las lluvias tampoco fueron suficientes y se tardaron dos meses en llegar, al mismo tiempo que se registraron las temperaturas más altas en la historia de Milpa Alta.
Lxs lugareñxs también señalan que la veda forestal de la Ciudad de México, vigente desde 1996, no permite el saneamiento pronto. “Las condiciones climáticas no son las mismas de aquel año. La sequía es peor cada año, los incendios son más intensos y la veda forestal no permite en tiempo y forma detener la plaga. No hay un acompañamiento consciente de las autoridades, si fuera así, nuestros bosques no estarían así”.
El muérdago ha acabado con 100,000 árboles
En 2023, el Congreso capitalino solicitó a las autoridades de las 16 alcaldías un inventario de las áreas verdes a su cargo, elaborar un censo de la calidad del arbolado urbano en su territorio en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y adherirse al programa de saneamiento establecido por esa dependencia.
Y es que, en los últimos cinco años, la plaga del muérdago causó la muerte de más de 100,000 árboles, de acuerdo con datos de la Sedema. Las alcaldías más afectadas fueron Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Tlalpan e Iztapalapa.
- 150 especies de muérdago existen en México, según el INIFAP
- En 10 meses el muérdago secó los árboles de Milpa Alta, cuando antes tardaba más de 6 años
- Las y los brigadistas reciben el salario mínimo por cuidar el bosque; además, carecen de seguro social y las autoridades lxs descansan sin derecho a sueldo en los meses de más incendios