Las nuevas generaciones de delincuentes cuentan con capacidades tecnológicas y prefieren actuar desde el anonimato
Por Saúl Hernández
El fraude le ha quitado al robo su título del crimen que más se comete en México. Las nuevas generaciones de delincuentes se han sofisticado y ahora prefieren los ilícitos cibernéticos por sobre el hurto tradicional de billeteras, monederos, bolsos y otros objetos de valor, con o sin violencia.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), aunque la incidencia delictiva en todo el país ha ido a la baja en este sexenio, el fraude evolucionó a contracorriente: desde el año 2022 se convirtió en la principal modalidad delictiva, desplazando al robo en la calle y en el transporte público a segundo plano. En la Ciudad de México los asaltos siguen encabezando las estadísticas delictivas, pero el fraude les pisa los talones.
La encuesta elaborada por el INEGI contempla como fraude tanto el bancario (uso de chequeras, tarjetas o cuentas bancarias para hacer cargos no reconocidos o extraer dinero) como el fraude al consumidor (entrega de dinero por un producto o servicio que no se recibió conforme a lo acordado).
En 2018, el último año del sexenio pasado, el fraude era el tercer delito que se cometía con más frecuencia en todo el país, con una incidencia de 5,397 casos por cada 100,000 habitantes.
Para 2020, el año que llegó la pandemia de COVID-19 y los robos en la vía pública se desplomaron por el confinamiento, el fraude escaló a la segunda posición con una incidencia de 5,904 casos por cada 100,000 personas. Siguió avanzando hasta convertirse en el crimen más cometido durante 2022, ese año la incidencia fue de 5,770 casos por cada 100,000.
En lo que respecta a la capital, el fraude se ha mantenido en los últimos años como el segundo delito con más incidencia, por debajo de los robos y asaltos, aunque la brecha entre el primer y segundo lugar se acorta cada año y no es de extrañar que el fraude pronto supere a los robos que se cometen en la ciudad.
Según las estadísticas, en 2018 la incidencia delictiva en la CDMX era de 31,045 asaltos y 10,133 fraudes por cada 100,000 personas, una diferencia de tres a uno. Para 2022 la brecha se cerró a casi nada: 12,215 asaltos y 10,498 fraudes por cada 100,000 habitantes.
Para especialistas como David Saucedo, este cambio en la actividad delictiva refleja una generación de nuevos ladrones que se alejan del estereotipo de personas de bajo rango socioeconómico y que normalmente recurren a la violencia para cometer un atraco. Ahora hablamos de criminales universitarios y con capacidades tecnológicas que actúan desde el anonimato. Eso del lado de los victimarios.
Desde el lado de las víctimas, el incremento de los fraudes tiene que ver con un aumento de las transacciones comerciales vía electrónica que tuvieron un impulso durante la pandemia de coronavirus.
Delitos por zonas
El fraude es más común en el sur de la CDMX. Según las estadísticas del INEGI es el delito más cometido en las alcaldías Benito Juárez, Coyoacán, La Magdalena Contreras y Tlalpan, seguido por el robo en la calle y el transporte público y la extorsión.
En cambio, en las alcaldías que conforman el norte de la ciudad (Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Venustiano Carranza) predominan los asaltos seguidos del fraude y el robo de autopartes.
En la región poniente (Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos y Miguel Hidalgo), el robo a transeúnte, la extorsión y el fraude (en ese orden) son los crímenes más frecuentes, lo mismo que en el oriente (Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco).
La ENVIPE también exhibe la alta cifra negra de los delitos, es decir, el porcentaje que nunca se denuncia ante una autoridad y, por lo tanto, no puede ser resuelto ni se puede castigar al responsable. Según los datos, el fraude es el crimen con la mayor cifra negra en la ciudad (97.2% de no denuncia), un poco arriba de la extorsión (97%).
Estafas más recurrentes
Las principales modalidades de fraude financiero son el phishing (cuando el banco supuestamente te notifica sobre movimientos inusuales en tu cuenta), el pharming (cuanto te redirigen a una página de internet falsa para robarte la identidad), los esquemas piramidales que ofrecen ganancias elevadas y la clonación de tarjetas bancarias.
En el Portal de Fraudes Financieros habilitado por la Condusef puedes denunciar teléfonos, páginas web, perfiles de redes sociales y correos electrónicos denunciados por fraudulentos.
+Datos
97.2% de los fraudes en la Ciudad de México no se denuncian