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22 de abril 2025
Por: Redacción

“Francisco, hermano, ya eres mexicano”

Hoy recordamos el día que el primer Papa latinoamericano pisó suelo mexicano en 2016, recorriendo la CDMX y cinco estados más

Por Liz Basaldúa*

El papa Francisco fue el tercer pontífice en visitar México, un país con una profunda tradición católica y el segundo con el mayor número de fieles en el mundo después de Brasil, de acuerdo con el Vaticano. Su viaje por tierras mexicanas, del 12 al 17 de febrero de 2016, se convirtió no sólo en un evento histórico para la Iglesia sino para la relación entre nuestro país y la Santa Sede.

Con su característico carisma y cercanía con la gente, el Santo Padre estuvo presente en la Ciudad de México, el Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. Durante su recorrido pastoral encabezó multitudinarias misas, envió poderosos mensajes de justicia social y solidaridad, y protagonizó momentos emotivos.

La gestión de su visita comenzó en 2014, cuando el expresidente Enrique Peña Nieto acudió a la Santa Sede y le extendió una invitación. Sin embargo, no fue hasta el 12 de diciembre de 2015, durante la misa en honor a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, que el pontífice anunció oficialmente su venida a México.

La visita inició con una cálida bienvenida por parte de Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, así como del nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, y el arzobispo Norberto Rivera, quienes lo recibieron en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde cientos de personas lo aguardaban con serenata y porras: “Francisco, hermano, ya eres mexicano”.

Desde el aeropuerto abordó el papamóvil hasta la Nunciatura Apostólica, ubicada al sur de la ciudad, donde se hospedó durante su estancia. Más de 300,000 personas salieron a las calles para verlo pasar y darle la bienvenida con vítores y pancartas.

Su estancia en tierras chilangas

El 13 de febrero fue recibido con una ceremonia de bienvenida en Palacio Nacional, convirtiéndose en el primer pontífice en ser recibido en la sede del Poder Ejecutivo de México. En su discurso, destacó la riqueza cultural y natural del país:

“México es un gran país. Bendecido con abundantes recursos naturales y una enorme biodiversidad que se extiende a lo largo de todo su vasto territorio. Su privilegiada ubicación geográfica lo convierte en un referente de América; y sus culturas indígenas, mestizas y criollas le dan una identidad propia que le posibilita una riqueza cultural no siempre fácil de encontrar y especialmente valorar”.

Luego se dirigió a la Catedral Metropolitana, donde recibió las llaves de la Ciudad de México de manos del entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Más tarde, encabezó una misa multitudinaria en la Basílica de Guadalupe y reafirmó su devoción por la virgen.

Los estados que recorrió

Estado de México, Ecatepec
14 de febrero de 2016

Sobrevoló la zona arqueológica de Teotihuacán y llegó a Ecatepec, donde ofreció una misa masiva ante más de 400,000 personas. En su homilía habló sobre los peligros de la corrupción y la desigualdad social, problemas que afectan profundamente al país.

Chiapas, San Cristóbal de las Casas
15 de febrero de 2016

En una ceremonia histórica, el Papa pidió perdón a los pueblos indígenas por el trato que la Iglesia Católica les dio en el pasado. Durante la misa se permitió por primera vez la celebración litúrgica en lenguas indígenas, como el tzotzil y el tzeltal.

Michoacán, Morelia
16 de febrero de 2016

Ofreció una misa en Morelia, donde protagonizó un momento viral cuando un fiel lo jaloneó y él respondió: “¡No seas egoísta, hijo!”, lo que generó polémica en redes. En su mensaje, alentó a lxs jóvenes a no dejarse seducir por el crimen organizado, una de las problemáticas más graves en el estado.

Chihuahua, Ciudad Juárez
17 de febrero de 2016

En su última parada, el Papa celebró una misa binacional en El Punto, albergue en una zona fronteriza con Estados Unidos. Desde ahí, bendijo una cruz en honor a lxs migrantes, enviando un mensaje de paz y solidaridad. Su discurso se centró en la necesidad de un trato más justo y humano para quienes buscan mejores oportunidades en el extranjero.

“México es una sorpresa. Me he sentido acogido, recibido por el cariño, la fiesta, la esperanza de esta gran familia mexicana, gracias por haberme abierto las puertas de sus vidas, de su nación”

Papa Francisco

*Texto adaptado para Chilango Diario

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