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9 de octubre 2024
Por: Alberto Rivera Meza

Habrá multas y sanciones para anfitriones de Airbnb

La Ciudad de México tiene un nuevo reglamento en materia de turismo para regular a las plataformas digitales que ofrecen servicios de hospedaje

La Ciudad de México es un destino turístico por excelencia en el país ya que ofrece a sus visitantes nacionales e internacionales (y, claro, también para los residentes), atracciones culturales como museos, teatros, mercados artesanales, zonas arqueológicas, monumentos modernos y tradicionales.

Además, cuenta con una amplia cartelera de eventos deportivos y musicales en múltiples foros; restaurantes con una variada gastronomía nacional considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y hasta pueblos y barrios originarios.

Sin duda, la capital del país es un territorio para recorrer cualquier día o planear una estancia más prolongada en el caso de los visitantes de otras entidades o países, por ello, muchas personas optan por hospedarse en hoteles o, lo que se ha puesto de moda, rentar habitaciones a través de plataformas electrónicas.

De acuerdo con el portal Airbnb, sólo esta plataforma ofrece un catálogo de 26 mil 536 espacios de estancias cortas, de los cuales 65.7% corresponden a casas enteras o departamentos, 32.3% a habitaciones privadas, 1.5% a cuartos compartidos y 0.5% a habitaciones de hoteles.

En este contexto, la CDMX ha actualizado su Reglamento de la Ley de Turismo para regular tanto a las plataformas tecnológicas de hospedaje como a lxs anfitrionxs (lxs propietarixs de los inmuebles que se ofrecen en renta). El nuevo reglamento fija reglas y obligaciones, pero también sanciones y multas para quienes las incumplan.

Nuevas reglas

El pasado 25 de septiembre se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el Reglamento de la Ley de Turismo, que establece un marco de igualdad de condiciones para todas las plataformas tecnológicas, sin importar que sean nacionales o extranjeras.

La norma establece reglas para el funcionamiento del Padrón de Anfitriones y el de  Plataformas Tecnológicas, a los que están obligados a inscribirse quienes ofrezcan estos servicios. Incluye requisitos específicos para darse de alta, lineamientos precisos para el registro de inmuebles y la presentación de reportes semestrales por parte de plataformas y anfitrionxs.

El reglamento además les exige cumplir con todas las normas de seguridad y atender la normativa en materia de gestión integral de riesgos y protección civil.

También fomenta y promociona nuevos segmentos de turismo como el de salud, cultural, gastronómico, de reuniones, religioso, deportivo, para la diversidad sexual y el educativo.

En los capítulos 59 y 60 señala que la Secretaría de Turismo capitalina debe promover, en coordinación con las dependencias competentes, la inclusión de estrategias relacionadas con el turismo LGBTTTIQ+, dentro de los planes de turismo locales, a través de la elaboración de estrategias de promoción enfocadas a este sector.

Sanciones por incumplimento

Y aquí viene lo bueno. Ahora sí habrá sanciones y multas para las plataformas o anfitrionxs que incumplan con los nuevos ordenamientos. Para lxs anfitrionxs las sanciones van de una amonestación con apercibimiento a la suspensión de las actividades de la estancia turística hasta por 15 días naturales; las multas oscilan entre $2,714 y $10,857. Mientras que las multas para las personas que operen, intermedien o administren una plataforma tecnológica irán de $5,428 a $21,714.

El reglamento forma parte de un paquete de restricciones que entraron en vigor el 4 de octubre pasado y que son modificaciones a la Ley de Vivienda y a la Ley para la Reconstrucción Integral, ambas de la ciudad, para equilibrar la competencia entre alojamientos turísticos de corta estancia y los hoteles tradicionales.

Con ello se fija un tope anual de 50% a la ocupación en inmuebles destinados a este tipo de servicio a través de plataformas, es decir, las estancias sólo se ofrecerán durante seis meses al año.

Consecuencias negativas

Uno de los objetivos principales de estas reformas es moderar el crecimiento acelerado del turismo temporal digital a través de plataformas como Airbnb, “que ha alterado el funcionamiento del alojamiento en la Ciudad de México, y generado una serie de externalidades negativas, como la gentrificación y el aumento de los precios de la vivienda”, externó el diputado de Morena, César Emilio Guijos, durante la discusión de la iniciativa en el Congreso capitalino.

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