Foto: Cortesía

Justicia para los yaquis, un siglo después

Ciudad Entérate
Por: Arlen Pimentel
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El gobierno federal restituyó oficialmente más de 45 mil hectáreas de tierras arrebatadas a este pueblo de Sonora, uno de los que más sufrió los embates de la colonia y los posteriores gobiernos, pasando por los independentistas

Es oficial. Después de 84 años, cuando el entonces presidente Lázaro Cárdenas hizo una primera restitución de tierras al Pueblo Yaqui de México, los herederos de una de las culturas qué más resistió a los embates coloniales, independentistas e incluso revolucionarios, recibió 45 mil 476 hectáreas de un territorio que siempre fue suyo.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, firmó el 7 de julio pasado el decreto que devuelve a las comunidades 12 mil 978 hectáreas de territorio, que se suman a las 32 mil 497 restituidas previamente. Con ello, superó en más del doble el compromiso inicial, al entregar 45 mil 476 hectáreas en total, informó el gobierno federal en un comunicado.

De acuerdo con la Etnografía del Pueblo Yaqui de Sonora, publicada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), el pueblo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui, hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas.

“Bajo el control de las misiones jesuitas, la población se concentró en ocho poblados situados de sur a norte a lo largo del Valle del Yaqui. El territorio tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal manera que quedó, a partir de 1937, restringido al  distrito de riego número 18”.

Los municipios en donde se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme. El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana -la sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.

Una historia aguerrida

Los yaquis fueron uno de los pueblos que más combatieron la llegada de los colonizadores españoles, a quienes conocieron hasta principios del siglo 17. Los primeros registros de los combates con los europeos de 1607, en los cuales los yaquis salieron victoriosos. Desde entonces ya se concentraban en ocho pueblos tradicionales: Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem.

A través de los siglos, hubo múltiples intentos de los gobernantes en turno o grupos de poder para intentar apoderarse del territorio ocupado por este pueblo, sin importar que estuviera la Corona Española en el poder o ya una vez acontecida la Independencia de México:

“Las luchas guerrilleras se sucedieron una a otra con el cambio de distintos líderes que eran ejecutados por el ejército. Este periodo es conocido como las Guerras del Yaqui y constituyó para el grupo un proceso de merma demográfica, pérdida de su territorio y desajustes políticos. Durante el Porfiriato se intensificó la ofensiva y miles de yaquis fueron vendidos como esclavos y deportados a Yucatán y a Quintana Roo. Los que lograron huir se refugiaron en Arizona”.

Promesa incumplida

Durante la Revolución Mexicana hubo una importante participación de estas comunidades, bajo la promesa de que al término de ésta recibirían de regreso el territorio que hasta entonces los colonos les habían arrebatado;  no obstante, “Obregón faltó a la promesa y se dieron nuevos levantamientos hasta 1929”.

No fue hasta unos años después, mediante los acuerdos establecidos con el presidente Lázaro Cárdenas en 1937, cuando se les ratificó la posesión de 485 mil 235 hectáreas, que fueron reconocidas como territorio exclusivo. Con estos acuerdos se perdieron dos poblados tradicionales, Cocoryt y Bácum; para reestablecer los ocho pueblos originales se fundaron Loma de Guamúchil y Loma de Bácum.

El agua, una segunda deuda

Con la construcción de las presas de la Angostura (1941) y la del Oviachic (1945), los yaquis perdieron el recurso indispensable del agua, por lo que tuvieron que migrar masivamente a los centros urbanos del estado.

El acceso al agua se ha ido recuperando poco a poco, pues durante esta administración se construyeron 89 obras de infraestructura hidráulica en 48 comunidades con una inversión de 853 mdp; incluyendo una estructura de red de agua potable para más de 150 mil metros lineales