Es una historia de dolor y resistencia, todo envuelto en un lenguaje cinematográfico que explora los límites de lo visual y lo narrativo
Por Liz Basaldúa*
En el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia 2024, Alonso Ruizpalacios, conocido por su obra Güeros (2014), estrenó su más reciente película La Cocina, un filme que representa una ambiciosa reinvención de su propio estilo cinematográfico.
La historia, ubicada en la cocina de un restaurante en Nueva York, se convierte en una parábola de la vida misma, donde inmigrantes de distintas culturas comparten su lucha por la supervivencia, la dignidad y el sueño de una vida mejor.
La Cocina es un relato de migración y trabajo duro, pero también es un testimonio de la fragilidad humana, de las jerarquías sociales, y de los límites y conexiones que surgen en los márgenes de una sociedad que muchas veces ignora a lxs que más aportan.
En conferencia de prensa durante el festival, Ruizpalacios confesó que La Cocina fue un proyecto que lo acompañó por años, incluso desde antes de Güeros. “A veces quería renunciar al proyecto, pero algo no me dejaba dejarlo. Fue un proceso complicado porque nunca antes había escrito algo adaptado”, dijo el cineasta.
Este trabajo marca un punto de inflexión en su carrera, ya que hasta ahora había trabajado exclusivamente con guiones originales. “Al adaptar, me di cuenta de que a veces el material original te estorba. Pasó mucho tiempo hasta que pude soltarlo y no volver a mirarlo”. Así, su nueva película se convierte en una reflexión sobre el acto de creación y el desafío que implica dar voz propia a un texto preexistente.
La trama
La Cocina narra la historia de Pedro (interpretado magistralmente por Raúl Briones), un inmigrante mexicano que trabaja en la cocina de The Grill, un restaurante neoyorquino. Pedro es un hombre con actitudes rebeldes y sueños frustrados, un personaje desgarrado entre el amor por su tierra y la necesidad de sobrevivir en un país que le ofrece pocas oportunidades.
Briones, en su interpretación, logra transmitir la tensión emocional de un hombre que, aunque ha aceptado su realidad, sigue soñando con algo más grande, con formar una familia. “Pedro es un desafío porque es una síntesis de las luchas internas de varios personajes que he interpretado antes”, dijo el actor.
El filme utiliza el espacio físico de la cocina como una metáfora del encierro emocional de sus personajes. Ruizpalacios juega con los formatos cinematográficos, utilizando un aspect ratio de 4:3 en las secuencias más claustrofóbicas, lo que refuerza la sensación de agobio y tensión.
A medida que lxs personajes se sienten más libres, el formato cambia a 16:9, expandiendo visualmente el horizonte narrativo y permitiendo respirar, por momentos, junto a ellxs.
Este recurso visual es uno de los aspectos más poderosos de la película, pues no sólo acompaña la trama, la amplifica, llevando al espectador a una catarsis emocional profunda.
Además de Briones, la película cuenta con la participación de Rooney Mara, quien interpreta a Julia, una mesera estadounidense que comparte los mismos vacíos emocionales que sus compañerxs inmigrantes. “Cuando comencé a verla, me clavé con la idea de que tenía que ser ella”, explicó Ruizpalacios sobre la elección de Mara.
“Julia es una chica común, con problemas domésticos, pero para Pedro, ella es inalcanzable, casi una estrella de cine”. La relación entre Pedro y Julia representa uno de los ejes temáticos más importantes del filme: cómo idealizamos a las personas y culturas ajenas, y cómo esa idealización puede ser destructiva.
La Cocina es, sin duda, una de las películas más sobresalientes de la filmografía de Ruizpalacios. Con una duración cercana a las dos horas, el filme se convierte en una experiencia sensorial y emocional que te atrapa desde el primer momento.
¿Por qué verla?
La Cocina es un reflejo doloroso de la realidad de muchxs inmigrantes, que aunque trabajan en condiciones precarias, han encontrado en sus compañerxs de trabajo una nueva forma de familia.
No sólo habla de la lucha por sobrevivir, también del esfuerzo por mantener la dignidad en un sistema que oprime. Ruizpalacios, con su característico estilo visual y narrativo, teje una trama que es tan universal como íntima, donde cada personaje es su propio “país” que defiende sus fronteras dentro de la cocina.
La Cocina llegará a los cines el próximo 7 de noviembre
*Texto adaptado para + Chilango