Ya no se enfocará sólo en las personas de la diversidad sexual sino que abrirá sus puertas a cualquier grupo discriminado
Por Ángela Molina
La Tianguis Disidente, un lugar de protesta contra la violencia económica hacia las personas LGBTIQ+, tomó provisionalmente un nuevo espacio en Río de la Loza 300, a unos metros de las estaciones del Metro y Metrobús Cuauhtémoc, aunque todavía sin el aval oficial de las autoridades capitalinas.
Esto, luego de que sus integrantes fueran desalojados el 26 de julio de su lugar original, la Glorieta de los Insurgentes, por un dispositivo de seguridad para poner en marcha un proyecto de rehabilitación a cargo del gobierno de la Ciudad de México.
Desde entonces mantienen el diálogo con la división de Diversidad Sexual y Derechos Humanos de la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México (SIBISO), donde han planteado varias opciones para reubicarse, incluida la de Río de la Loza. Y aunque aún no les han autorizado el lugar, ya comenzaron a vender, así nos contó Alejandra, ex comerciante de La Tianguis.
“Nosotrxs lo pedimos, dimos una lista de lugares y este era el más óptimo. Estuvimos esperando… ya tiene dos semanas de retraso de la fecha que se comprometieron a darnos una respuesta del espacio. No pasó nada y nuestrxs integrantes empezaron a tener mucha urgencia por necesitar tener un punto donde vender. Entonces ahorita se está planteando como una resistencia económica basada en un caso de emergencia, bajo eso nos estamos amparado para que no haya problema”, afirmó.
La resistencia de La Tianguis Disidente se convirtió ahora en “Murciélagos Resilientes”, conformado por aproximadamente 14 personas que buscan transformar este nuevo espacio al “Bazar Murciélagos”, libre de venta y consumo de sustancias. Además, ya no sólo estará enfocado a personas de la diversidad sexual, sino para cualquier grupo vulnerado que lo necesite.
“La Tianguis Disidente sí era un espacio donde muchas disidencias sexuales se podían refugiar ante la falta de trabajo, ante la discriminación social y laboral. La realidad es que el país no tiene un espacio para ayudar a las personas trans de este tipo ni a muchos de otros grupos vulnerados.
Por eso, ahorita el espacio de Murciélagos Resilientes ya no va a ser exclusivamente LGBTIQ+, va a ser para cualquier tipo de grupo vulnerado: personas racializadas, de la tercera edad, neurodivergentes, feministas, de todo tipo vamos a aceptar porque estamos intentando plantear una diferente perspectiva de lucha”.
En conferencia de prensa del 13 de agosto, el jefe de Gobierno, Martí Batres, anunció el rescate físico de la Glorieta de los Insurgentes con una inversión de 12 millones 200 mil pesos, afirmando que se privilegió “el diálogo con los diversos sectores y grupos que ocupaban la glorieta”.
Lxs miembrxs de La Tianguis Disidente niegan que esto haya sucedido. Según explicaron en entrevista para el noticiero de Luisa Cantú y Luciana Wainer en Radio Chilango, nunca se les ofreció otro espacio y tuvieron que acudir a la Comisión de Derechos Humanos a presentar una queja.
“Nunca hubo un acercamiento, ni un papel ni un acuerdo, o sea, el comunicado dice que se acercaron a los grupos que ocupaban la glorieta, que éramos dos protestas y las personas en situación de calle. Al menos a nosotrxs, La Tianguis, nunca se acercaron y tampoco hubo un acuerdo, por lo tanto, es completamente una mentira por parte del gobierno que se haya acercado a ofrecernos lo que sea, ni mucho menos a avisarnos.”
Murciélagos Resilientes busca seguir creando espacios seguros y callejeros para todas y todos. Si te interesa formar parte del Bazar Murciélagos puedes consultar la convocatoria en el Instagram de La Tianguis Disidente.
Discriminación laboral
Las disidencias sexuales se apropiaron de la Glorieta de los Insurgentes a partir de la pandemia de COVID-19, ya que sus oportunidades laborales se redujeron, eso sin mencionar las situaciones de discriminación en su contra.
Según la última Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg), de las personas LGBTIQ+ mayores de 15 años que tuvieron algún tipo de empleo, 28.1% (unas 781 mil) experimentaron situaciones de rechazo social. El porcentaje se reduce a 18.4% entre personas heterosexuales y cisgénero.