Con la pandemia creció el número de personas que intentaron quitarse la vida; 2023 rompió el récord de atenciones
Por Saúl Hernández
El lunes 29 de enero, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro interrumpió su servició a eso de las 19:30 horas. La causa: un hombre treintañero se había arrojado a las vías del tren en la estación Centro Médico de la Línea 3.
Si de por sí esta línea que conecta el norte con el sur de la Ciudad de México es una de las más concurridas, especialmente en hora pico, el infortunio derivó en una caótica aglomeración de pasajerxs que tuvieron que esperar hasta que los agentes y peritos forenses recuperaran el cuerpo.
Esta historia no es un hecho aislado en la red de transporte masivo más importante de la capital. Basta con que escribas en en el buscador de Google las palabras “suicidio” y “Metro” para dar con decenas de casos ocurridos en los últimos años: un hombre que se suicidó en el Metro Chabacano (Línea 2) la mañana del pasado domingo 11 de agosto; una mujer que se arrojó a las vías de la estación Niños Héroes con su hijo en brazos, muriendo ambos por el impacto del convoy el 6 de marzo de 2020… Y la lista sigue.
Pero en ese mar de noticias negativas, también hay otras en las que personal del Metro y policías capitalinos han reaccionado para evitar más muertes. Tan sólo el pasado 5 de septiembre, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y de la red de transporte rescataron a un joven de 20 años que se había lanzado a los rieles de la estación Tacuba de la Línea 7.
Según las autoridades, era la tercera vez que intentaba acabar con su vida. Un mes antes, el 4 de agosto, la policía frustró otro intento de suicidio de un hombre que quería arrojarse a las vías tras escalar una estructura de metal en la estación Constitución de 1917.
Este tipo de intervenciones se dan en el marco de un programa implementado por el Metro desde el año 2016 conocido como Salvemos Vidas, un programa integral que cuenta con la participación de personal del sistema de transporte y efectivos policiales de la CDMX asignados a la vigilancia de los andenes para identificar a personas que muestran riesgos de suicidio, contenerlas y brindarles ayuda psicológica.
De acuerdo con cifras del STC obtenidas vía transparencia, desde su creación en agosto de 2016 hasta abril de este año, el programa ha servido para auxiliar o disuadir a 724 usuarixs de la red de quitarse la vida.
Las estadísticas también revelan que el número de atenciones a potenciales suicidas creció después de la pandemia de COVID-19, alcanzando un récord el año pasado con 145 casos. Durante los primeros cuatro meses de este año ya se contabilizaban 25 intervenciones al interior del gusano naranja.
De acuerdo con el sitio web del Metro, el protocolo Salvemos Vidas inicia con la detección de lxs usuarixs con señales de alerta de riesgo suicida. Algunas actitudes que encienden las alarmas son personas llorando, hablando solas, con crisis nerviosas, rebasando la línea amarilla del andén o viendo fijamente a las vías del tren.
El segundo paso es persuadirlxs a desistir. Luego, realizar una valoración física y la toma de sus signos vitales y otorgarles los primeros auxilios psicológicos para neutralizar su acción suicida y restablecer su estabilidad emocional, cognitiva y conductual. Y, finalmente, referirlxs a servicios de apoyo especializados para su atención.
Además, el personal del Metro y de la policía constantemente se capacita y actualiza los protocolos de detección y disuasión. Y desde el año pasado, el programa se fortaleció con un módulo permanente de apoyo psicológico a las afueras de la estación Juárez de la Línea 3, campañas de difusión en carteles y brigadas de promoción del autocuidado de la salud mental en diferentes estaciones de la red.
Los suicidios que sí se consumaron
Con todo, pese a los esfuerzos por disuadir a personas con intenciones suicidas, 204 sí lograron quitarse la vida en el tiempo que lleva el programa. De acuerdo con cifras del Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México (Incifo), 170 hombres y 34 mujeres se suicidaron al interior de las instalaciones del Metro entre enero de 2016 y abril de 2024.
Los datos, también obtenidos por transparencia, indican que cada año se consuman un promedio de 24 suicidios en este transporte público, siendo 2017 y 2021 los años con más casos (32 y 30, respectivamente).
El promedio de edad de los hombres que mueren arrojándose a las vías del Metro es de 39.6 años, mientras que el de las mujeres es de 34 años. Las estadísticas también revelan que 7% de las personas que se suicidaron eran menores de edad; 28%, jóvenes de 18 a 29 años, y 18%, adultxs mayores.
La información del Incifo también indica que dos de cada cinco suicidas tenía estudios de bachillerato o superior. En cuanto a ocupación, 31% eran empleados, 15% eran estudiantes y 12% no tenían trabajo. El resto eran comerciantes, jubilados, obreros o se dedicaban a las labores del hogar.
Finalmente, 10% de las personas que se quitaron la vida al interior del Metro no fueron identificadas por algún conocido o familiar, por lo que sus cuerpos fueron a dar a la fosa común del Panteón de Dolores o a alguna universidad donde se imparte la carrera de Medicina.
+Datos
- El módulo de apoyo psicológico del Metro está en Balderas 58 y da atención sin costo de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas
- 145 personas fueron disuadidas de quitarse la vida el año pasado
- 83% de las personas que se suicidan en el Metro son hombres
- 314 menores de edad se han suicidado en el Metro desde 2016