FOTO: CORTESÍA

No te pierdas (a ti mismx) en el juego corporativo

Por: Xally Miranda

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Entre las dinámicas de poder y la búsqueda del éxito, la ética puede salir sobrando en el trabajo. Y justo eso está en negociación en la obra Business Suite

Tres vendedores de una empresa de lubricantes industriales se reúnen en un hotel en Saltillo, Coahuila, para concretar una importante venta. Sin embargo, lo que podría conducir a un “chiste de tío” se convertirá en una historia donde sus personajes mostrarán de lo que son capaces por ambición y rivalidad.

Business Suite es una obra de teatro traducida y dirigida por Samuel Sosa que habla de los usos y costumbres que existen dentro del mundo de los negocios, pero también de cómo nos deshumanizamos por servir a una empresa.

“La obra da en el clavo cuando dice que en realidad ya no estamos acostumbrados a conversar como seres humanos porque ya no hay interés en el otro. Nuestras pláticas se convierten en ventas todo el tiempo, queremos sacar algo, estamos buscando tener un provecho o un beneficio y ya no pensamos en la persona”, reflexiona Sosa en entrevista.

Y es que en el “juego corporativo” a veces importa más ser exitosx que la ética o lo que siente el individuo, aunque cada quien lo vive a su manera según la edad y nivel de experiencia. Como ha pasado con todxs en la dinámica laboral. Eso mismo reflejan los tres hombres, cuyo perfil, apunta el director, es absolutamente circunstancial.

Rob (Miguel Ángel Padron) es un joven recién egresado de la universidad, muy religioso, que todavía tiene mucha esperanza e interés en las cosas. Alan (Fabián Corres) es un “viejo lobo de negocios”, es decir, un gran vendedor, pero también alguien cínico y con exceso de confianza. Y Tony (Pepe del Rio), el mayor de los tres con 70 años de edad, está decepcionado de la vida laboral y ahora se cuestiona mucho sobre su legado, por lo cual ya desea jubilarse.

En esta obra no hay personajes femeninos y eso responde a un motivo: “Estos personajes pertenecen a la época de los 90 y tienen un estilo de El lobo de Wall Street, por lo que el contexto proviene del boom económico de Estados Unidos y Latinoamérica donde el mundo de los negocios estaba confinado a un sector masculino… Todavía era una etapa de masculinidad muy tóxica y muy frágil donde los hombres son incapaces de vulnerarse”.

Para Sosa, lo más interesante de descubrir en ellos es que son un espejo de “nuestros papás o nuestros tíos” y a través de sus figuras se puede entender por qué hoy en día “estamos como estamos”, al igual que los avances sociales que se han dado a casi 35 años de distancia.

La escenografía y el vestuario juegan un papel relevante al momento de trasladar al público a la década de 1990. No obstante, la discusión ética trasciende hasta la actualidad donde, aunque interviene más la tecnología, las personas siguen presentándose por su puesto o logros y no como “amigo, un buen padre o un gran esposo”. Por ello, el director rescata: “Más importante que lo que decimos, es lo que somos”.

Otras obras para ver

Si no quieres saber más de temas corporativos, recuerda que la cartelera siempre está llena de diversas propuestas. Si te sientes rotx por tus expectativas y sueños no cumplidos, dale un giro a tus sentimientos con el unipersonal Nada extraordinario, que se presentará de jueves a sábado, del 17 al 27 de abril, en el Teatro Benito Juárez. O si prefieres un drama más femenino, no te pierdas Las dos Cassandras en el Foro Lucerna, con funciones de viernes a domingo hasta el 18 de mayo.

¿Cómo llego?

Dónde: Teatro El Milagro

Cuándo: 16 de abril al 2 de junio

Horario: jue y vie, 20:00; sáb, 19:00; dom, 18:00

Costo: $300 en Boletópolis

IG: @arteshartas