En Hollywood hay un gran estereotipo cinematográfico que no sólo tiñe a nuestro país de ese color en particular, sino que influye en la percepción que se tiene de México a nivel mundial
Por Liz Basaldúa
En el vasto universo cinematográfico, México ha sido invariablemente representado bajo el sutil manto del sepia, conformando una narrativa visual que evoca un paisaje peligroso, sombrío y reminiscente de los clásicos westerns.
Esta elección estilística, que inicialmente podría considerarse como una simple preferencia estética, es un fenómeno cinematográfico persistente y en gran medida cuestionable. La pregunta es, ¿por qué Hollywood, y en ocasiones incluso directores mexicanos, tiñen a México con este filtro sepia?
El sepia, un tono que algunas personas podrían describir como “el filtro de Instagram nivel experto”, trasciende su función estética y se convierte en un signo inequívoco de identificación. Es la paleta que, sin necesidad de letreros, dice de manera implícita: “Estamos en México”.
Este uso repetitivo ha dado lugar a un estereotipo arraigado que, más allá de resolver problemas técnicos, ha generado una representación simplista y (en muchos casos) distorsionada de nuestro país.
Es esencial reconocer que esta tendencia no es exclusiva de creadores de Hollywood; directores mexicanos de renombre como Alejandro G. Iñárritu y Alfonso Cuarón también han adoptado este tono en sus obras.
¿Qué tratan de transmitir?
La reflexión se torna más profunda al considerar que este filtro se ha empleado no sólo en películas relacionadas con temas de inmigración y narcotráfico, sino que ha permeado en la construcción de un estereotipo que proyecta a México como un terreno desértico y peligroso.
El cine, como medio poderoso de moldear percepciones, plantea la pregunta crítica de si estamos dispuestxs a aceptar una representación tan unidimensional de México. Este país, intrínsecamente rico en colores y matices, merece ser presentado en su diversidad más completa y no reducido a un esquema visual simplista.
Entonces, la próxima vez que veamos a México en sepia en una pantalla, hay que cuestionar: ¿estamos viendo un problema técnico resuelto de manera simple o un prejuicio arraigado que se propaga en cada fotograma?
La conexión constante con nuestro vecino del norte nos ha llevado a ser parte de sus narrativas, pero es crucial que estas representaciones sean fieles a la realidad vibrante y diversa de México.
10 ejemplos de tono sepia
- Traffic (Steven Soderberg, 2000): marcó el inicio de la “era sepia”.
- The Mexican (Gore Verbinski, 2001).
- 007 Spectre (Sam Mendes, 2015).
- Coco (Lee Unkrich y Adrián Molina, 2017).
- Amores perros (Alejandro G. Iñárritu, 2000).
- Y tu mamá también (Alfonso Cuarón, 2001).
- Breaking Bad (Vince Gilligan, 2008-2013).
- Sicario (Denis Villeneuve, 2015).
- No Country for Old Men (Ethan y Joel Coen, 2007).
- Desperado (Robert Rodriguez, 1995).