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13 de noviembre 2024
Por: Xally Miranda

Porque no es sólo quitar el azúcar y ya

¿Lxs diabéticxs se pueden permitir ciertos carbohidratos sin descuidar su salud? Sí, el secreto está en una mirada positiva a su alimentación

Si conoces a una persona con diabetes, de seguro lo has oído: “sólo me como un dulcecito”, “otra rebanada de pastel y ya”, “sírveme refresco y ya mañana me quito el azúcar”. De ser así, ¿entonces por qué la diabetes mellitus es la segunda causa de muerte en México y una de las principales causantes de discapacidad en la población? Algo en esta especie de estrategia personal, que siguen cientos, no está funcionando. 

La diabetes mellitus o tipo 2 puede aparecer por diferentes factores, aunque destacan los malos hábitos como el sedentarismo y una alimentación inadecuada. El mismo motivo se repite al momento de detectar complicaciones por esta enfermedad crónica, que requiere llevar un control médico y mantener un estilo de vida saludable.

Pero más allá de juzgar o regañar a una persona diabética por esos “antojo hormiga”, se debería enseñar a esta y a quienes le rodean que el azúcar y otros carbohidratos pueden continuar en la dieta siguiendo un plan alimenticio que los modere. Es tiempo de rebasar el discurso de prohibición absoluta. 

Todo en equilibrio

Para Maya Galeana (IG: @mayagaleana.nutricion), licenciada en Nutrición, el principal error que se comete en la alimentación de las y los diabéticos es demeritar la patología:

“No entender que es algo con lo que se va a vivir el resto de la vida y por consiguiente considero que la gente lo podría tomar a la ligera, por eso permite que lo degrade tanto; no dimensiona la gravedad y la importancia que tiene el hábito en relación con la diabetes. Inclusive cada vez hay más personas con diabetes que lo normalizan”. 

Sin embargo, también juega un papel importante cómo se aborda la alimentación. Piénsalo, ¿cuando te han prohibido algo no se te ha antojado más? No es una situación exclusiva de quienes padecen una enfermedad crónica.

Por ello, profesionales como Galeana han optado por un control positivo, es decir, como una invitación al paciente a sumar a su rutina o hábito en vez de restar con “te quito esto y esto” o “todo está mal”. “¿Qué no le debe de faltar [a lxs diabéticxs]? Equilibrio, que sus platillos sean completos y adecuados para su situación”, comenta.

Comer en equilibrio significa consumir platillos ricos en proteínas como pollo, pescado, res, cerdo; así como en vegetales. Y no, estos últimos no son nada más hojas verdes.

También debe haber grasas de calidad como el aceite de oliva, aceite de aguacate, aguacate, nueces, pistaches, cacahuetes o linaza, que ayudan a que la glucemia (concentración de azúcar en la sangre) se mantenga estable. ¿Y cómo se puede cuidar la ingesta de azúcares y la ansiedad por comerlos?

“Por contradictorio que suene, incluyéndolos”, menciona Galeana. “La causa número uno de un exceso es una restricción previa. Si tú le dices a una persona ‘prohibidísimo esto’ o bien buscas abordar desde el miedo, le va a entrar por un oído y le va a salir por el otro a largo plazo, porque no se va a sentir identificada, porque el gusto no se le va a quitar. 

“Aquí la cosa es ‘ok, si te estás que no te aguantas el antojo por el pan dulce, ¿qué te parece si primero nos aseguramos de que tu desayuno principal esté compuesto por proteína y grasa de calidad? Y el pan dulce, ¿qué te parece si iniciamos por una porción más pequeña y lo dejas para después de comer?’. Así es como nos aseguramos de que está bien complementada la situación y no se va el pan dulce solito”, ejemplifica. 

Esto no significa que todos los casos sean iguales, ya que se debe tomar en cuenta el estado de salud del individuo. Pero sí es importante, enfatiza la profesional, que la persona esté informada y conozca su patología para que pueda controlarla de la mejor manera.

“Tampoco estoy diciendo que coman de manera indiscriminada, fingiendo que nada tienen que cuidar. Por eso es importante que haya una buena comunicación con el profesional en salud, porque eso da el poder de elegir y de llevar una vida más tranquila”, concluye.

Ahora que vienen las fiestas

Lo cierto es que la mala alimentación no es exclusiva de la gente diabética; muchas veces se convierte en un asunto familiar. Pero ahora que viene el Guadalupe-Reyes, no se deben tomar estas fechas como una batalla perdida de “en enero lo resuelvo”, destaca la nutrióloga.

Galeana recomienda no caer en el radicalismo ni descuidarse, sino seguir en balance no brincándose comidas (para evitar la tendencia a excederse), mantenerse en movimiento (no abandones el gym) y cuidar tu plan de alimentación (no te olvides de los vegetales).

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