Además de abordar la cultura indígena, Echo, la nueva serie de Marvel en Disney+, es protagonizada por una heroína sorda
Por Liz Basaldúa*
Echo, la décima serie del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) y spin-off de Hawkeye (2021), llegó el pasado 9 de enero a la plataforma Disney+ para presentar una narrativa única pero vasta en el género de superhéroes.
Bajo la dirección de Sydney Freeland y la producción de Brad Winderbaum, Echo destaca por la brillante actuación de Alaqua Cox como Maya Lopez. Reconocida por su aparición en Hawkeye, la actriz ahora toma el reflector y su personaje guía a los espectadores a través de un viaje de autodescubrimiento y confrontación con el pasado.
La trama sigue a una mujer indígena con sordera que regresa a sus raíces para enfrentar sus traumas, mostrando cómo esto influye en su desarrollo y decisiones. Además, nos sumerge en el inframundo criminal de Nueva York, donde figuras como Wilson Fisk (Kingpin) juegan un papel crucial.
Echo es esencial para los fans del MCU y de los cómics al profundizar en sus personajes y presentar una narrativa rica y matizada. De igual forma, para los no fans, explora temas de identidad, familia y redención. Así, con personajes emblemáticos y una historia emocionante, promete ser una adición significativa al catálogo de Marvel.
Chilango estuvo presente en la conferencia de prensa de la serie. Cuando se le cuestionó a la protagonista acerca de sus similitudes con su personaje, respondió:
“Veo paralelismos entre nosotras. Mi crianza estuvo marcada por ciertos traumas, al igual que la de ella. Crecimos enfrentando desafíos.
En mi caso, tuve que lidiar con ser amputada y someterme a múltiples cirugías desde niña, lo que me forjó como una luchadora.
Por su parte, Maya experimentó la pérdida de su madre y otros eventos trágicos en su vida. Nuestros traumas son distintos, pero nos confieren una fortaleza similar. En ese sentido, somos parecidas: ambas somos guerreras, fuertes e increíbles; eso nos une”.
Por su parte, supimos que hace dos años la directora de la serie presentó la idea de crear Echo y esto fue lo que destacó: “En mi experiencia, siempre vi la representación no como una opción, sino como una necesidad.
Desde el principio fue crucial para nosotros involucrar a la Nación Choctaw. No sólo buscábamos su permiso para representar su cultura, también para establecer un diálogo genuino. Entendíamos que cada tribu nativa americana tiene sus propias especificidades únicas y queríamos reflejar eso auténticamente.
“Enfrentamos el desafío de transformar la narrativa de Maya de una villana en Hawkeye a una protagonista con una historia cultural y personal profundamente arraigada. Trabajar con la Nación Choctaw nos abrió puertas para explorar aspectos de su cultura nunca antes vistos en el cine.
Por ejemplo, en el segundo episodio logramos presentar una escena que muestra a América antes del contacto europeo, algo que creo nunca se ha hecho antes. Este enfoque en la autenticidad y la narrativa detallada fue esencial para contar una historia rica y multifacética”, comentó Freeland.
Curiosidades
- Echo ha sido clasificada como TV-MA, lo que significa que, a diferencia de otras series del MCU, se trata de una producción con temáticas más maduras, violencia y lenguaje más fuerte, dirigida específicamente a un público adulto.
- El equipo detrás de cámaras está compuesto mayormente por mujeres, incluyendo la directora y la directora de fotografía.
- La participación de la Nación Choctaw y su enfoque en la autenticidad cultural le otorgan a Echo un lugar especial en la galería de series de Marvel. No sólo entretiene, sino que también informa y educa.
*Texto adaptado para +Chilango
¿Quién es Maya Lopez?
También conocida como Ronin, se trata de la hija adoptiva de Kingpin quien, a su vez, es una nativa americana sorda. Su primera aparición se dio en el cómic de Daredevil #9 de diciembre de 1999. Con una huella blanca en su rostro, destaca por su habilidad para copiar movimientos, lo que la ha convertido en una fuerte luchadora con movimientos acrobáticos. Su dependencia a las señas visuales le dificulta pelear o comunicarse en la oscuridad.