Ves anuncios en Facebook, en páginas de inmobiliarias o lonas colgadas en edificios, pero encontrar un lugar para rentar en la CDMX se ha convertido en un calvario
Por Natyelly Meneses Arias*
Rodrigo tardó cuatro meses en encontrar un lugar para vivir en la CDMX, a diferencia de las pocas semanas que le tomó rentar un depa hace 16 años. Aunque requisitos como tener un aval y un mes de depósito siguen vigentes, lo que ha cambiado drásticamente es el costo del alquiler, que se ha disparado.
“Varias zonas de la ciudad me parecieron tan caras como algunos barrios de Nueva York”, afirma Rodrigo Díaz, quien regresó a la capital mexicana tras vivir en Estados Unidos.
La situación se complica para quienes, como Mario, con una hija pequeña, o Sofía, con un hijo y un perro, necesitan más espacio y buena conectividad. Para ellxs, hallar una renta accesible se ha convertido en una verdadera odisea.
“Llevo seis meses buscando en Benito Juárez y la Cuauhtémoc. Estoy en páginas de Facebook, en las de inmobiliarias, pero no encuentro un departamento de dos recámaras, en un lugar seguro y que acepten mascotas, y claro, que se ajuste a mi presupuesto”, relata Sofía Arias, quien reside actualmente en el Estado de México.
Además de la renta mensual, lxs arrendadorxs exigen una larga lista de requisitos, como un aval con propiedad en la CDMX, ingresos que tripliquen el costo del alquiler, el pago de una póliza jurídica, un depósito en garantía y, en algunos casos, una carta de antecedentes no penales, según explica Carlos Arias, líder de Comunicación y RP de Inmuebles24.
“Uno como inquilino debe absorber ese costo. Tienes que juntar alrededor de tres meses y medio de renta; esa es una de las principales complejidades”, señala el vocero de la empresa.
Luz, ventilación y agua, un lujo
El reto, además, es encontrar un espacio que no se sienta como “una caja de zapatos”. Para Rodrigo, la búsqueda de un nuevo hogar también significaba hallar un lugar donde pudiera sentirse cómodo. “Muchos edificios nuevos parecen cajas de zapatos, eso también me complicó encontrar. Quiero un lugar con buena luz y buena ventilación, y parece que en esta ciudad, eso es cada vez más un lujo”.
Mario y su esposa tuvieron que mudarse con la llegada de su hija, ya que el departamento que rentaban en la colonia Álamos era demasiado pequeño, con una recámara y sin estacionamiento. Aunque han considerado comprar una propiedad, los precios son inaccesibles para ellos.
“En la Álamos construyeron departamentos impresionantes. Preguntamos y algunos costaban hasta 6 millones de pesos; el más barato estaba en 4 millones… ¡Imposible!”, dice Mario, quien actualmente renta un departamento en la colonia Nonoalco, en Benito Juárez, por 18 mil pesos mensuales.
Rentas excesivas
De acuerdo con el gobierno capitalino, el aumento excesivo de los precios de las rentas en los últimos años ha afectado a más de un millón de personas arrendatarias de una vivienda.
“Esto repercute en otro tipo de fenómenos: genera especulación inmobiliaria, gentrificación, expulsión de habitantes de la Ciudad de México hacia la periferia, esos son algunos de los efectos de las rentas desmedidas”, dijo el jefe de Gobierno, Martí Batres, al presentar una iniciativa de reformas para frenar el aumento excesivo de las rentas, que ya fue aprobada.
En la jungla del mercado inmobiliario de la CDMX, encontrar casa se ha vuelto una misión casi imposible. Con precios por las nubes y opciones limitadas, nos toca adaptarnos o seguir buscando.
“El lugar es lindo, aunque estoy pagando un precio Narvarte-Del Valle… en la Álamos. La ubicación es buena, pero la conectividad no tanto. No tengo cerca tantas cosas como me gustaría. Pero vivo tranquilo y no me estoy desfalcando. Eso es todo el lujo que podría pedir”, concluye Mario.
*Texto adaptado para + Chilango