La más reciente película de Chava Cartas buscó deja atrás la “exaltación” al narcotráfico para entregar una explosiva ficción con héroes mexicanos
La trama de Contraataque es relativamente sencilla. Se centra en el enfrentamiento armado entre un escuadrón de élite del ejército mexicano y el crimen organizado que surge luego de que el Capitán Armando Guerrero (Luis Alberti) evita el secuestro de dos mujeres por parte del grupo delictivo.
Sin embargo, desde su misma sinopsis destaca algo diferente en el nuevo filme de Chava Cartas (Mirreyes contra Godínez, 2019): aquí los narcotraficantes son el enemigo y entre los militares están los héroes. Porque, si bien existen señalamientos de cómo el cine y la televisión mexicana han hecho una apología del narcotráfico, Contraataque lo evita.
“Se trata de reivindicar la imagen que ellos tienen [el Ejército], pero más allá de eso, lo que queremos con esta película es reivindicar la imagen y la idea de nosotros como mexicanos”, explica en entrevista Luis Alberti, protagonista de la cinta de Netflix.
En el filme nos encontramos con un grupo de las fuerzas especiales militares que está conformado por cinco personajes, cada uno con su propia personalidad y especialidad, pero que logra darle batalla al grupo de narcotraficantes que quiere acabar con ellos. Y aunque esto pueda sonar algo propagandístico, su ficción se inscribe más en el género de acción, con todo y momentos explosivos, persecuciones y peleas sangrientas.
Alberti menciona que lo que en realidad quiere Contraataque es mostrar que en México también pueden surgir héroes: “Es un contenido muy valioso de la película, de decir que nosotros los mexicanos, la mayoría de hombres y mujeres que formamos este pueblo, somos personas con ética, integridad, honor, sueños. Queremos dejar un mensaje de fe y de esperanza hacia nosotros como país a través de la pantalla”.
A su vez, el histrión considera que esta película rompe con el prejuicio de que el cine mexicano es malo y mal hecho, pues destaca el nivel técnico que tuvo la producción para generar escenas de acción emocionantes que quedaron reflejadas también en el trabajo de actores como Leonardo Alonso, Noé Hernández, Luis Curiel, Cesar Antulio y Mayra Batalla.
Incluso cuenta que pasaron más tiempo preparándose y entrenando (nueve semanas) que filmando para poder dar forma creíble a los personajes que, subraya, no son indestructibles y por lo mismo ganan otro valor, a diferencia de lo que el género acostumbra.
“Todas las personas involucradas en la producción corrieron el riesgo, también de hacer un elenco con actores diferentes a los que vemos en este tipo de historias comerciales normalmente, porque quiere ser mucho más que una película comercial”, afirma.
Dar giro al Ejército
Hablando de las fuerzas armadas mexicanas, el actor Leonardo Alonso comenta que su visión sobre el Ejército Mexicano cambió drásticamente tras filmar la película. “Siempre los he respetado, pero entendí muchas cosas que no sabía. Pensaba que todo se basaba en la resistencia física, pero los exámenes de ascenso son un 70% intelectuales. Aprenden desde matemáticas hasta primeros auxilios avanzados”, revela.
Alonso interpreta a Dámaso, también conocido como “Tanque”, uno de los integrantes del escuadrón. Para su papel, describe que recibió referencias muy específicas del director, además de lo ya indicado en el guion de Rubén Escalante, pero también conoció cómo es la vida de los militares, la cual está llena de mucha disciplina.
Al igual que Alberti, coincide en que hay que cambiar la narrativa, y eso espera que salga de lo que entregaron: “Es muy importante cambiar el discurso, que sí hay buenos soldados, pero también hay buenos policías, buenos políticos, buenos doctores. Son menos los malos. Hablemos de nuestros héroes, de lo bueno que somos, en lugar de ensalzar el otro lado”.
- Es la número 1 actualmente en el Top 10 de las películas más vistas en Netflix; se estrenó el pasado 28 de febrero
