Acompaña a Los Ayala a un funeral en el que el machismo y la violencia familiar se irán también tres metros bajo tierra
Cuando alguien fallece, ¿qué es lo que verdaderamente muere? Puede que hayas vivido ya un luto o no, pero más allá de la falta física, con la persona que ha partido de este mundo también se van dinámicas y relaciones que pudieron ser positivas o no para los dolientes.
En el caso de Los Ayala, obra de teatro que se presenta en El Círculo Teatral hasta el 11 de diciembre, tres hermanos se vuelven a reencontrar tras años de no verse debido a la muerte de su padre, quien dejó en ellos heridas infligidas por la masculinidad tóxica, la violencia y el abandono. Es en este funeral donde posiblemente dejen ir todo lo malo.
La idea de esta historia viene de Omar Ávila, productor y dramaturgo de esta puesta, quien se inspiró en hechos cercanos para hablar no sólo del daño que el machismo puede provocar, sino también de cómo las familias no siempre son el lugar seguro que se espera. En entrevista, nos cuenta más de lo que se verá en escena.
Nos vamos a encontrar a los tres hijos (Baruch, Bosco y Braulio) de Don Benicio, ¿qué es lo que va a reflejar cada uno?
Con el mayor, que es interpretado por Moisés Araiza, vamos a encontrar este sentido de responsabilidad muy fuerte, pero también el reflejo de un machismo llevado al extremo, de esta masculinidad tóxica que se ha preservado a través de diferentes generaciones y representa esta idea de qué es lo que se hereda del padre.
En el caso de Bosco (Miguel Sandoval), esta persona que quiere ser él mismo y alejarse de estereotipos, sin ningún tipo de cadenas, sin que la sociedad lo limite y siempre va a estar luchando por sus sueños. Y finalmente, en Braulio (Iván Molo), ese sentimiento de libertad de una persona que ha sido sobreprotegida.
¿Cómo se desenvuelve esta situación?
Todo empieza con la llegada del hermano de en medio, que tiene cinco años de haberse alejado de la familia, pero llega para el funeral y justamente ese acercamiento es lo que va a desencadenar la acción.
Vamos a ver a través de recuerdos por qué se separaron, por qué se pelearon, por qué Bosco se fue y por qué Braulio no ha podido irse, pero también con recursos de la infancia. Entonces veremos su presente, su pasado y un bosquejo del futuro de cada uno.
¿Cómo decidiste de qué manera abordar las experiencias?
Fue todo un proceso de ir tomando ideas, pero decidí enfocarme en esta de que la familia siempre va a estar para ti, cuando muchas veces su situación es de violencia, de problemas que no hablamos por el hecho de que es familia y las cosas se ocultan.
Quise poner sobre la mesa esta cuestión de que no todas las familias son perfectas, pero que también está bien reconocer eso y que, de alguna manera, al hablar, eso ayuda a sanar heridas.
Es una historia con cast masculino, ¿para qué público va esta obra?
A pesar de que tengo un elenco masculino, yo creo que va para todo el público, porque todos en algún momento nos identificamos con algo, si no necesariamente con el tema de la muerte, sí con situaciones de cada personaje, desde buscar la independencia de los padres o buscar dedicarte a la carrera o a la actividad que tú quieres y va en contra de ellos; hay algo con lo que se puede ser empático.
¿Qué es lo que consideras que debería de morir una vez que se salga de la función?
Lo que debe de morir son nuestros prejuicios e ideas concebidas de lo que la sociedad nos dice que debemos de ser y que a veces nos impide ser nosotros mismos.
Luto en escena
Aunque Los Ayala se recarga más en las actuaciones del trío en escena, la escenografía y vestuario recuerdan que se trata de un funeral al contar con una corona fúnebre en escena y recrear una sala de velatorio. Además, Ávila destaca el trabajo de iluminación de Eric Loaiza para enfatizar los momentos.
¿Cómo llego?
Dónde: El Círculo Teatral (Veracruz 107, col. Condesa)
Horario: mié, 20:00; hasta diciembre 11
Costo: $500 en taquilla