Entre el activismo y los reflectores

La veracruzana estuvo este fin de semana en México para presentar la película El Profeta y para hablar de las dificultades de encontrar una voz propia.

A través del coraje fue cómo Salma Hayek encontró su propia voz en el mundo de la actuación, en una industria de entretenimiento dominada por hombres. “Con mucho enojo. Utilízalo, antes yo no era tan zen. Me daba cuenta y me sigo dando cuenta, pero ahora ya no me enojo, nomás me río, de que si yo proponía una cosa (en Hollywood), bueno, ¡ni te oyen! Tú estás ahí para hacer lo que se te dice”, expresó la veracruzana durante una mesa redonda con periodistas, en el restaurante Carolo de Plaza Carso, en donde promocionó la película El Profeta, de la que es productora.

Mientras desayunaba huevos divorciados, agua y un cigarro, Salma Hayek habló sobre las dificultades de buscar una carrera en Hollywood y del no ser una persona autodestructiva para lograrlo.

“La lucha tiene que empezar con que tú valores tus propias ideas y eso es bien difícil. A mí me tocó en un entorno de siempre aprender; calladita, calladita y fíjate en todo, analízalo desde diferentes puntos de vista y no tratar de copiar a nadie y, trata de ser original”.

El Profeta es una película animada que cuenta con las voces de Sandra Echeverría y Loreto Peralta, basada en el libro de Khalil Gibran.

La libertad de expresión es el eje central de la historia, algo de lo que Salma está al tanto a pesar de que un séquito de guardaespaldas la rodea en todo momento.

“He tenido algunas amenazas con las cosas que sigo y no las dejé de seguir. Yo trabajé con muchas activistas locales en Juárez que a la próxima junta llegaban con collarín todas golpeadas y me contaban familias que buscaban otro abogado porque el que habíamos pagado estaba muerto. Sí me ha tocado”.

Justamente, si de algo se jacta la actriz de 49 años es de que mantiene los mismos ideales desde que llegó a Estados Unidos, hace más de 20 años, a la actualidad, en la que mantiene un perfil más bajo, es esposa del magnate francés Francois-Henri Pinault y la vida de su hija conduce los proyectos actorales que elige.

Durante esta charla confesó que el papel de Selena, que catapultó la carrera de Jennifer López, se lo ofrecieron primero a ella. “Después el productor cobarde lo negó y me la ofrecieron antes de que empezaran a hacer toda la faramalla de que hay un casting. ¡Tenía como dos semanas de muerta!, y yo dije ‘esto es muy raro’, y decían ‘¡esto va a ser un éxito!’, pero ¿ganarse un éxito de la muerte de una persona?: no. Luego regresó el director (Gregory Nava), me la volvió a ofrecer y dije ‘¿no van a hacer casting?’, y me dijo ‘bueno sí, pero vas a ser tú o Jennifer López’”.

El Profeta estrena en salas mexicanas el 22 de enero. Sin embargo, Salma viajará mañana a Nueva York donde continuará el rodaje de Drunk Parents, con Alec Baldwin.

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Salma Hayek, Loreto Peralta y Sandra Echeverría en el estreno de ‘El Profeta’. Fotos: Lulú Urdapilleta

En la voz de Salma Hayek:

“Yo no quiero dar voz a las mujeres, quiero aclarar, quiero que las mujeres encuentren su propia voz; la voz no te la tiene que dar nadie”.  

“La cosa con las mujeres es que hay tanta presión de la sociedad y las religiones que te dicen que quién se supone que tienes que ser desde tan pequeña, que es muy difícil que sepas quién eres. No existe el tiempo ni el espacio para descubrirse una misma”. 

“Siempre pregúntate en todo momento, en toda situación: ¿Aquí dónde estoy yo?, no mi vida, no mi cuerpo o mi imagen. Yo”.