Fotografía: Cortesía

El Bosque de Aragón, uno de los pulmones verdes más importantes de la Ciudad de México, ha sido escenario de una preocupante situación que ha llamado la atención del Congreso de la Ciudad. En respuesta a denuncias de maltrato animal, el Congreso ha emitido un enérgico exhorto a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, la Agencia de Atención Animal y la Brigada de Vigilancia Animal para que investiguen y tomen medidas sobre la situación de los equinos utilizados como entretenimiento por entes privados en el bosque.

El congresista José Martín Padilla, de Alianza Verde Juntos por la Ciudad, ha señalado que se ha recibido información preocupante sobre un grupo de comerciantes que ofrecen la renta de caballos para paseo en el Bosque de Aragón. Denuncias previas presentadas ante la PROFEPA revelan condiciones deplorables, como desnutrición, falta de atención médica, cautiverio en espacios inadecuados y maltrato animal.

Ante estas acusaciones, es imperativo que se lleven a cabo investigaciones exhaustivas y se apliquen las sanciones correspondientes a aquellos responsables de cualquier forma de maltrato animal. Los equinos merecen un trato digno y respetuoso, y no deben ser objeto de abuso en beneficio de intereses económicos.

El Bosque de Aragón es un lugar emblemático para la recreación y el esparcimiento de los ciudadanos, pero esto no debe ser a costa del sufrimiento de los animales. Es esencial que las autoridades competentes tomen medidas contundentes para garantizar el bienestar de los equinos y promover alternativas de entretenimiento responsables y libres de maltrato.

La ciudadanía también juega un papel fundamental en esta situación. Es importante denunciar cualquier acto de maltrato animal que se observe en el Bosque de Aragón o en cualquier otro lugar. La conciencia y la solidaridad de todos son clave para erradicar estas prácticas inhumanas.

El llamado del Congreso de la Ciudad de México es un paso importante hacia la protección de los derechos de los animales y el fomento de un ambiente más compasivo. La esperanza radica en que esta advertencia sirva como un recordatorio para promover la ética y el respeto hacia todas las formas de vida que comparten nuestro entorno.

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