Fernanda Rojas (Ciudad de México, 1981) está convencida de que no hay un antes y un después de su trabajo con la fotografía, su paradigma no parte de una pretensión, es tan natural como el acto de respirar “siempre me gustó fotografiar todo aquello que llamaba mi atención, hasta el punto en que la fotografía se volvió mi trabajo de tiempo completo”, dice la Egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy Facultad de Artes y Diseño) de la UNAM.
Pero la emoción que provoca lo que perciben los sentidos, lo empírico del disparo, se ha transformado en un empeño constante por conseguir un propósito: hacer del espectador un partícipe del acto de observar.
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