Si de por sí ya estás muy nervioso y no sabes ni qué hacer en tu primer cita, mí-ni-mo evita hacer el oso con este tipo de cosas que te harán ver más ridículo de lo normal
La muerte
Pésima idea empezar una conversación hablando sobre la vida y la muerte. Todavía no sabes ni el segundo apellido de tu cita y ya le dejaste caer la clásica “¿Habrá vida después de la muerte?”.
¡Guácala!
Nadie quiere saber la historia de cada una de tus cicatrices, ni cómo te gustaba comerte los mocos cuando eras niño ni por qué no te dan asco las cucarachas (pésimo tema si van a cenar).
Fuera bichos
Será muy incómodo para ti (y tu cita) andar todo mocoso. Y ni hablar de tratar de echar el romance, te aseguramos que nadie, pero nadie quiere los bichos de un desconocido.
Cursi
Por amor de Jesucristo, no le lleves un oso de peluche de tres metros en la primera cita, está bien que haya emoción, pero tampoco debes verte taaan clavado con alguien que apenas conoces.
Taco de ojo
Tu date te está platicando sobre su abuelita, la primera palabra de su sobrino y tú, echaaando ojo a quien pasa en la mesa de lado, mal mal mal, focus! Si no te late, le dices y ya.
Temas clavados
Chido que te guste la literatura comparada, las ciencias experimentales y así, pero es más fácil hablar de la serie de moda y de ahí irte con otros temas. No todos andan en el mismo mood que tú.
Valiente
Va, quieres proponer algo directo pero no verte lanzad@, aplica la de Mauricio Garcés o Alex Large: “Vamos a mi casa a escuchar unos discos”. Nota: no pongas al Komander, neta.
Mala impresión
Llegar tardísimo, poner mil pretextos, oler a borracho o decir que no te gustan los gatitos, no, no y mil veces no. No se vive de las apariencias, pero la primera impresión es importantísima.