18 de octubre 2016
Por: Fernando Hernandez Urias

Fachadas: mucho más que una novela negra

La esposa de Sven Nordberg lleva más de tres meses desaparecida. El caso es famoso en el pueblo de Trude: Molly es toda una estrella en la ciudad, la joya de este pueblo imaginario enclavado en el medio oeste norteamericano, una mezzosoprano a quien todos recuerdan por su participación como Don Ottavio, en la ópera Don Giovanni.

Siguiendo su último rastro (se sabe que salió de un ensayo con rumbo a la tienda de la esquina para comprar un huevo que le ayudase a aclarar su garganta), Sven recorre el centro de Trude durante la noche con la esperanza de encontrar algo. En su casa lo espera Kyle, su solitario hijo de 17 años, con pocos amigos y a quien la Primera Iglesia del Propósito Divino intentará salvar.

Así, en medio de la búsqueda, aparecen intercalados recuerdos especiales, momentos que marcaron la historia de ambos, como el día en que se conocieron, durante una fiesta de disfraces de Halloween. Ella, con el rostro cubierto por una máscara de un pescado gris; y él, disfrazado como la edición corregida de un diccionario inglés, incapaz de creer su suerte al estar junto a la chica más guapa de la universidad.

Y es que Fachadas es mucho más que una historia de misterio. Esos detalles la alejan de esa seriedad que caracteriza a la novela negra. Aquí no hay esas molestas pistas que sólo buscan hacer sentir al lector más inteligente de lo que realmente es. Se trata, entre muchas otra cosas, de una historia de amor y celos, y de un relato sobre las dificultades que enfrenta un padre para educar solo a su hijo.

Y por si eso no fuera suficiente, cuenta con un reparto compuesto por divertidos personajes como un bibliotecario llamado Eduardo Jiménez; la vieja maestra de canto frau Huber, una pianista alemana experta en preparar caprichos de nuez; un par de detectives inútiles, un jefe molesto y el arquitecto Bernhard, encargado de la construcción de Trude hace muchos años y cuyo cuerpo, según la leyenda, permanece en el sótano de un manicomio donde, a través de electroshocks, se utiliza como oráculo.

 

Fachadas

Eric Lundgren

Malpaso, Barcelona, 2015

215 páginas, 321 pesos

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