Todos, por lo menos una vez, hemos escuchado algo sobre este lugar. Seguramente cuando ibas en la secundaria o en la preparatoria fuiste a comprar material para tus clases de Química
Esta farmacia fue inaugurada el 28 de febrero de 1944 en República de El Salvador, esquina con 5 de Febrero. El dueño, Ignacio Merino, se dedicaba a preparar medicamentos. El lugar lleva ese nombre porque a unos pasos del negocio había un letrero neón que promocionaba al Hotel París. Merino decidió hablarles para sumar su nombre al anuncio: Hotel y Farmacia París.
La farmacia es un clásico entre los chilangos por sus precios bajos. Además, tiene una gran variedad de productos, como medicamentos, material quirúrgico y las llamadas fórmulas magistrales, que son remedios que nuestras abuelitas usan como la pomada de pan puerco. El negocio se expandió y ahora cuenta con varios locales a lo largo de República de El Salvador, entre ellos, una botica propia.
Según los trabajadores, nunca ha cerrado sus puertas durante casi 73 años, incluso en los peores momentos de la CDMX, como en la inundación de 1950, cuando Ignacio Merino reconstruyó la farmacia. Visitar este lugar es un viaje al pasado, pues sus mostradores, cajas, entre otras cosas, son las mismas desde hace años.
(Fotos: Eduardo Carmona)