No hace falta viajar hacia el frío inhóspito de Canadá para probar una de las invenciones gastronómicas más grandes de todos los tiempos: el poutine. Con que vayamos a la colonia Letrán Valle podremos degustar ese pequeño milagro hecho de papitas, queso y gravy, así como sus muchas variantes: la italiana que lleva carne molida y salsa boloñesa, y la versión adaptada al paladar chilango, que lleva guacamole y pico de gallo.
En G&B’s House of Poutine no se conforman con eso, ya que para ampliar su menú también preparan unas hamburguesas que inevitablemente te harán querer volver. Su especialidad es la Vancouver, que además de ser enorme por su carne de 250 gramos tiene un sabor especial, pues es aderezada con salsa lumberjack. Otra de sus especialidades son los chicken pucks, unas bolitas hechas de pechuga de pollo y rellenas de queso gouda.
Sin duda, la comida de G&B’s House of Poutine no es la más balanceada o saludable del mundo, pero todos sus platillos son tan ricos que harán que te olvides de esos detalles por un momento. Ya entrados en la sazón, y para rematar de manera perfecta un día de deliciosa gordura sin culpas, nada mejor que sus postres, las colitas de castor, una porción de masa frita cubierta de canela.
De éstas puedes probar la tradicional de Toronto, que lleva maple, galleta y azúcar glass, o una más tropicalizada que lleva también trocitos de mango. La más pedida es la Justin Beavertail, inspirada en el polémico muchachito que conmocionó la escena musical; ésta lleva crema de avellana, fresa y plátano.
Aunque si lo tuyo es comer extremo y te consideras una persona de arterias resistentes, puedes echarte la especial de G&B’s, que lleva manzana y tocino.
No te quedes con las ganas de darte un gustito, ponle pausa a la dieta un rato y ve a conocerlos: están en Pilares esquina con Palenque, en la colonia Letrán Valle (muy cerca del Parque de los Venados).
Puedes encontrarlos en: