Se estima que el 3% de todas las compras en el país son fraudulentas, mientras que otras regiones reportan 1% e incluso menos. Foto: Shutterstock.
La llegada de la pandemia y el confinamiento derivado de ella han provocado un aumento considerable de fraudes en operaciones de comercio electrónico, principalmente en México. En esta edición, Saúl Olivares, experto en fraude cibernético y director comercial para América Latina de Featurespace, profundiza sobre los factores que rodean este preocupante fenómeno.
Mpm: ¿Qué es Featurespace y qué tipo de servicios ofrece?
Saúl Olivares (SO): Somos una empresa británica proveedora de soluciones tecnológicas orientadas a la detección y prevención del crimen financiero. Trabajamos con bancos, empresas prestadoras de servicios de pagos y otras instituciones financieras.
Mpm: ¿Por qué repuntaron los fraudes cibernéticos durante la pandemia?
SO: Hay una serie de factores que se combinan para producir lo que hoy vemos, que es un aumento sustancial del fraude electrónico en México. Por un lado, la pandemia causó muchos impactos: primero, hubo un cambio sustancial en el comportamiento humano. Millones de personas que estaban acostumbradas a pagar con efectivo se vieron en la necesidad de adoptar medios digitales. Por otro, millones de personas abrieron una cuenta bancaria a una tarjeta de débito o crédito; esto llevó a una inclusión financiera. De esta manera, vemos cómo el mundo de las fintech ha traído servicios innovadores para competir o complementar servicios en los bancos, y así los usuarios que antes no tenían acceso ahora los tengan.
Esa combinación ha creado muchas vulnerabilidades a nivel de consumidor. Hay que también decirlo, la pandemia causó despidos masivos, por lo tanto, mucha gente se quedó sin el sustento. Eso ha derivado en un porcentaje de personas que no tienen formas de obtener ingresos para pagar sus necesidades; por ello, algunos han buscado obtenerlos de una manera ilícita.
Mpm: ¿Es un problema mundial o de México?
SO: El fraude siempre ha existido. Sin embargo, cuando vemos las cifras de empresas que se dedican a hacer análisis cuantitativos del problema, nos damos cuenta que Latinoamérica sobresale. Y México es uno de los países a nivel mundial en donde el problema del fraude
es mayor; el 3% de todas las compras que se realizan en comercio electrónico resultan ser fraudulentas, cuando en otras regiones están por el 1 o menos por ciento. Entonces, la diferencia es muy significativa.
Mpm: ¿Estos factores podrían tener relación con el crimen organizado?
SO: No necesariamente, aunque puede haber algún tipo de contribución.
Mpm: ¿Cuál es el perfil de los usuarios que son víctimas de fraude?
SO: Todo mundo puede ser susceptible al fraude por más conocimiento que tenga; es indiscriminatorio. Porque a pesar de que soy súper cuidadoso, pues hay gente que obtiene la forma de robarse los datos y tratará de usar mi tarjeta de crédito en establecimientos sin que yo intervenga o sepa nada. Esto nos lleva a reflexionar en cómo podemos lidiar con este problema.
Desde el punto de vista del consumidor hay cosas que podemos hacer: nunca exponer tus datos personales o los datos de tu cuenta bancaria o de tu tarjeta de crédito, mucho menos en redes sociales compartir nada; asimismo, usar passwords que sean potentes o cosas por el estilo. Sin embargo, creemos que las instituciones financieras es donde se puede tener mayor impacto; es ahí donde nosotros nos enfocamos.
Mpm: Fui víctima de fraude, ¿a qué institución debo acudir?
SO: Yo diría, como en todo país, que el primer punto de contacto es tu prestador de servicios: sea el banco o el comercio, ya que ellos te podrán orientar. Evidentemente hay instituciones gubernamentales que se especializan en ello. En el caso de México es la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros).
Mpm: Jóvenes que acaban de adquirir su primera tarjeta bancaria, ¿cuáles serían los consejos para el manejo responsable de éstas?
SO: Para los jóvenes, o los menos jóvenes, siguen siendo los mismos. Por ejemplo, el no exponer los datos de las tarjetas. Cuando hacemos compras electrónicas o nos damos de alta en diferentes servicios da la opción de que si “deseas guardar ese número de tarjeta en el sitio web”. La opción es no. Ya que si lo guardas en una parte u otra parte, pues esos datos están disponibles en múltiples fuentes que después son susceptibles a los ataques cibernéticos. Es un tip que todos deberíamos implementar.