El extremismo religioso está presente en todos los portales de noticias y no así en la oferta cinematográfica occidental.
En la película Timbuktu, una pequeña ciudad histórica de Malí que cada vez se parece más a un fantasma, la gente vive bajo el yugo de los terroristas religiosos; cantar está prohibido, lo mismo que fumar, reírse o jugar futbol. Ni hablar de las actividades permitidas para las mujeres. Hay tribunales con leyes improvisadas a conveniencia del grupo que controla la ciudad.
En una zona lejana del pueblo vive una familia que parece haberse escapado del régimen hasta que surgen problemas con un vecino.
Dirigida por Abderrahmane
Sissako, esta cinta arrasó con premios y con la crítica, quien la calificó de casi un fresco, pues su cinematografía emana una utópica tranquilidad en medio de los excesos del fundamentalismo islámico.
Además, al ser estrenada a principios de este año, la película causó revuelo en Francia y fue prohibida en un suburbio parisino tras el ataque al diario Charlie Hebdo.
Timbuktu
2013, de Abderrahmane Sissako.
La encuentras en Cinepolis Klic.