La acrobacia motorizada no es cosa de películas o series televisivas, sino una tradición arraigada en la Ciudad de México desde hace casi 100 años.
Este deporte llegó a la capital mexicana aproximadamente en 1927, año del nacimiento del primer escuadrón de motociclistas acróbatas de la policía capitalina, sin embargo alcanzó una gran popularidad gracias a la cinta A toda máquina, de Ismael Rodríguez. Ésta, además de impulsar el motociclismo, inspiró a muchas personas para integrarse a estos escuadrones de acróbatas. El comandante Edmundo Montes, ferviente seguidor de Pedro Infante, fundó Gladiadores México hace tres años con la esperanza de seguir el sueño del “Ídolo de México” en dicha película.
Desde entonces se dedicó no sólo a practicar este deporte sino a entrenar a nuevas generaciones, así como inculcarles la pasión por la motocicleta. Para que alguien se integre al escuadrón sólo necesita ser mayor de edad. Pueden ser tanto hombres como mujeres, y lo importante es tener, sobre todo, mucha mucha disciplina, ya que no hay suertes con baja dificultad. “Para mí no hay acrobacias fáciles, todas tienen un grado de dificultad alto y conllevan horas de entrenamiento, así como trabajo en equipo”, explica el comandante.
Una vez dentro del agrupamiento, comienza el entrenamiento “para que un motociclista esté listo es necesario como mínimo tres meses de entrenamiento…ahorita estamos practicando tres veces a la semana” comenta Montes.
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Cada uno de los miembros porta un equipo especial “además del uniforme habitual de policía, tenemos que usar guantes, botas y fornituras, un pequeño plástico que forma parte del cinturón (es usado para que los acróbatas se apoyen uno sobre otros)…incluso la moto también tiene que ser única; normalmente usamos Harley Davidson que sean de entre los años 1946 y 1980; porque para las acrobacias necesitamos máquinas carburadas, con clouch suicida (de piso) y cosillas que sólo tienen estas motos”.
Gladiadores México forma parte de Alas de Acero de la Policía Federal y uno de sus principales objetivos es motivar a los jóvenes a que practiquen esta actividad. El escuadrón presenta sus acrobacias en distintas partes de la República Mexicana como en ferias o festivales. Su próxima presentación será el 1 de agosto en Tlaxcala.
Para el comandante la acrobacia motorizada se ha convertido en todo un estilo de vida que lo llena de alegría cada vez que sube a una moto: “cuando estoy arriba siento mucha emoción, adrenalina y una pasión muy grande por la motocicleta”.
Un encuentro inédito.
El viernes 22 de julio se celebró en los Estudios Churubusco el 65 aniversario de la película A Toda Máquina, protagonizada por Pedro Infante y Luis Aguilar, donde el escuadrón Alas de acero de la Policía Federal participó en conjunto con el Escuadrón de Motociclistas de Tránsito de la Secretaria de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
Frente a los cientos de asistentes ambos agrupamientos intercambiaron insignias y recuperaron la hermandad de motociclistas de tránsito de la República Mexicana y Policía Federal de Caminos.
Al inicio del evento, el comandante Montes tomó el micrófono e interpretó “¿Qué te ha dado esa mujer?” mientras los miembros de su equipo entonaban el coro, emulando la mítica escena de la película donde Pedro Chávez, le cantaba a su amigo.
Con imágenes de la película de fondo, el motor de las motocicletas comenzó a rugir y algunos oficiales salían a toda velocidad alrededor del escenario. Ambos escuadrones se turnaban para hacer sus acrobacias y se dedicaban números entre sí.
En un inicio, las acrobacias eran ejecutadas por pocos miembros, pero conforme pasaban los números aumentaban considerablemente: piramides, compases, tirantes, y muchas suertes más que se realizaron en la cinta. Al final ambos escuadrones se volvieron uno y posaron para una foto que representa no sólo un pacto, sino la continuación de esta tradición que se ha vuelto muy mexicana.
(Fotografías: Lulú Urdapilleta)