El helado es un postre que encanta a chicos y grandes. Seguramente tienes un sabor favorito y prefieres comerlo en cono o vaso. Olvídate por un momento del helado de siempre y visita Gelatoscopio, un lugar donde este postre es el único protagonista; “está intervenido con otras técnicas reposteras”, comenta Irene, quien es parte del equipo.
Los sabores son creaciones originales y hay 13 opciones: Carajillo latte —helado de café con leche, bizcocho de amaretto y almendra garapiñada—, Té verdísimo —de té verde con palomitas caramelizadas y toffee salado— y uno más llamado Sueño de lavanda —preparado con sorbete de lavanda, agar y ósmosis de durazno, además de un poco de algodón de azúcar y flores—, entre otros.
Ahí mismo preparan todo. Hay unas ventanitas por donde puedes ver el proceso, por ejemplo, de la preparación del algodón de azúcar. También hay tres cocteloscopios, que llevan piquete de alcohol: chocowhisky, mezcalina de jamaica y gin tonic. Sea cual sea el helado que cmpres, pídelo en cono, hay tres opciones: de cacao, de mantequilla y de especias.
Todos los ingredientes que utilizan son 100% naturales, la leche es orgánica y los helados son libres de gluten. Como parte de su filosofía, Gelatoscopio busca fomentar el consumo de productos mexicanos, por lo que todos sus insumos provienen de productores locales.
Este proyecto nació del amor de Fernanda Prado y Tati Ortiz por este postre en noviembre de 2016. El nombre surgió de la combinación de gelato, pues utilizan la técnica italiana para hacer los helados, y caleidoscopio, porque hay diferentes maneras de ver y comer este postre.
También hay malteadas, flotantes hechos con sorbetes, como el floral, hecho con pétalos de rosa y café. Gelatoscopio está en Oscar Wilde 20, en Polanco. Todos los jueves los gelatoscopios son 2×1.
(Fotos: Guillermo Gutiérrez)