Fotografía: Cortesía
En el Zoológico de San Juan de Aragón, una emocionante historia de conservación y bienestar animal está a punto de comenzar con la llegada de “Gipsy”, una elefanta africana. Junto a su compañera “Ely”, Gipsy se prepara para embarcarse en una nueva fase de su vida en manada, fortaleciendo así los esfuerzos de conservación de esta majestuosa especie.
Gipsy es una elefanta excepcional, según el médico veterinario Mario Soto, Jefe de Bienestar Animal en el Centro de Conservación “Zoofari” de Morelos. La describe como si fuera una niña, siempre juguetona y sociable. Gipsy adora interactuar con las personas a su alrededor y se mantiene atenta a sus movimientos. Es un amor de elefante, afirma el veterinario con una sonrisa.
Mario y Gipsy han desarrollado una conexión especial a lo largo de los años. Incluso sin palabras, son capaces de entenderse mutuamente. Mario reconoce la personalidad de Gipsy a través de su mirada, su forma de caminar y el movimiento de sus orejas y trompa. Cada vez que Mario se acerca al recinto de Gipsy, ella corre hacia él, levanta su trompa y agita sus orejas en señal de saludo.
La elefanta africana llegó al Centro de Conservación “Zoofari” hace aproximadamente entre seis y siete años. Desde entonces, Mario ha estado a su lado, observando su adaptación al nuevo entorno. Aunque Gipsy inicialmente se sintió un poco incómoda, pronto se adaptó sin problemas. La amistad entre Mario y Gipsy se fortaleció, y ella se mostró confiada y dispuesta a interactuar con las personas que la cuidaban.
La noticia de que Gipsy se trasladará a un nuevo hogar llena a Mario de sentimientos encontrados. Por un lado, se siente nostálgico por no poder verla y saludarla todos los días. Pero al mismo tiempo, está feliz de que Gipsy estará en un lugar espectacular, cuidada por personas expertas y junto a una compañera similar en edad, posiblemente alguien a quien conoció en el pasado. Mario confía en que los elefantes nunca olvidan, por lo que cree que Gipsy reconocerá a su nueva compañera y juntas disfrutarán de una vida llena de juegos y diversión.
Aunque Mario no podrá ver a Gipsy a diario, planea visitarla regularmente. Esta oportunidad le permitirá disfrutar de la compañía no solo de Gipsy, sino también de Ely, su nueva amiga. Aunque Mario no habla el idioma de los elefantes, está seguro de que Gipsy siempre lo recordará y le dirá: “Estoy bien, estoy feliz con mi compañera, gracias por visitarme”.
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