La pintora y poeta Frida Kahlo está tomando un descanso sobre la cama a media tarde, más tarde saldrá a darle de comer a los patos, o se fumará un cigarrillo al lado de su estatuilla favorita en el patio de Casa Azul. El escritor y diplomático Alfonso Reyes está echado en el sillón de su biblioteca, mientras que su perro adoptó la misma pose que él pero sobre la alfombra. El muralista Diego Rivera está muy concentrado tirando brochazos y revolviendo pintura.
Aquellos momentos fueron captados por la cámara de la mejor cronista visual de la vanguardia parisina Gisèle Freund en su paso por México, al que por cierto clasificó de irresistible. Pero antes de salir de Europa, retrató a personajes como el filósofo Jean Paul Sartre, el pintor Henri Matisse, el poeta Jean Cocteau, al teórico del surrealismo André Bretón, al artista Marcel Duchamp, o la mesita favorita para escribir de Virgia Woolf. Y es que Freund graduada de la carrera de sociología en Francia y autodidacta de la fotografía, se dedicó a publicar series de reportajes visuales sobre periodos intelectuales y artísticos clave, en la prensa masiva internacional de los años treinta a los setenta.
La muestra Gisèle Freund y su cámara, que llega al museo de Arte Moderno alimentando el programa de intercambio “Mano a Mano: Miradas fotográficas cruzadas. Francia-México”, retoma el trabajo de la fotógrafa alrededor del mundo pero pone especial atención en la obra realizada en México incluso ejemplificando afinidades con otros fotógrafos activos del mismo periodo como Cartier-Bresson o Manuel Álvarez Bravo.