Con más de 100 libros publicados —entre novelas, ensayos y colecciones de cuentos—, traducciones a más de 20 idiomas y una legión de fieles seguidores en todo el mundo, César Aira es uno de los escritores argentinos más grandes de todos los tiempos.
En poco más de cuatro décadas de trayectoria, Aira ha construido uno de los universos literarios más divertidos e interesantes de la literatura sudamericana. Quien lo ha leído sabe que sus historias están llenas de aventuras y quien todavía no lo hace debe salir corriendo en este mismo instante a buscar sus libros.
Prins es su novela más reciente y ya puede conseguirse en las librerías chilangas. El protagonista es un novelista que no quiere escribir más. Harto de la fama, de la crítica, de su público, de repetirse una y otra vez, el autor de historias góticas decide buscar una nueva actividad a la cual dedicar su vida.
El primer problema se resuelve pronto. Tras un concienzudo repaso de las posibles tareas que podrían ocupar su tiempo libre, el novelista decide dedicarse a fumar opio. Lo siguiente es un poco más complicado: ¿dónde conseguir la droga? La respuesta aparece en voz del extraño Armiño: se trata de la Antigüedad, un lugar escondido en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad. Y, montado en un autobús, hasta allá irá a dar el protagonista de Prins, convencido de que la solución a su desilusión es cambiar una vida de creatividad por una de consumo.
Aunque, como la mayoría de la obra del argentino, se trata de puro divertimiento, la nueva novela de César Aira puede ser leída también como una reflexión en torno al miedo al vacío y al sinsentido que abunda tanto en esta época, esa sensación que intentamos abatir comprando cualquier cantidad de cosas innecesarias a seis, 12 o 24 meses sin intereses.
(Prins, César Aira, Literatura Random House, México, 2018, 137 páginas, $159)