Fotografía: cortesía. Texto por Dr. Pablo Trejo Pérez
Toda política económica, independientemente del país que se trate o de la época que analicemos, tiene entre sus pilares el de la promoción. Promover a un sector específico de la economía significa potencializar a algunos, en detrimento de otros.
Elegir es al mismo tiempo un acto de descartar, con sus consecuencias buenas y malas. Es como la clásica analogía de la cobija que nos enseña que, si nos tapamos la cara, nos destapamos los pies o al revés. Recientemente ha surgido el rumor de que algunos actores cercanos a la esfera del poder continúan insistiéndole al presidente la aplicación de un modelo conocido como el “Cabotaje Aéreo”, que básicamente permitiría que líneas aéreas extranjeras pudiesen hacer uso del espacio aéreo mexicano a través de permisos de operación, lo que, de materializarse, posibilitaría teóricamente que una aerolínea como Lufthansa, Air France, Qatar Airlines, Delta, American Airlines o KLM pudiese volar desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino a Cancún, Acapulco, Monterrey o Guadalajara. Evidentemente si esa idea prosperara, tendría un efecto múltiple.
Por un lado, representaría un golpe severo a la industria aeronáutica nacional, ya que Aeroméxico, Volaris o Viva Aerobús tendrían que competir con esos gigantes de la aviación mundial; de ahí, que el análisis que se haga desde el gobierno deba considerar si en este caso específico no nos sale más caro el caldo que las albóndigas.
Por otra parte, sería benéfico en cuanto al cumplimiento de las cifras operacionales pensadas para el AIFA y ello significaría cumplir con un objetivo de la política económica, que a su vez beneficiaría a los consumidores. La competencia terminaría por provocar una guerra de precios y calidad y se estaría condenando al patíbulo de nuestra insípida industria aeronáutica, pues sería muy difícil competir con los gigantes de la industria mundial.
Todo se trata de decisiones y consecuencias. Esperemos se tome la mejor para todos.
Pablo Trejo Pérez es académico de la UNAM (con doctorado en administración pública), comentarista en medios, experto en fiscalización y rendición de cuentas.
Infórmate al momento en nuestras redes sociales como Máspormás y conoce más del día a día de la agenda pública.