Ojalá fuera mi negocio. Aunque lo mío no es hacer, sino comer, me encantaría ser dueño de un lugar así. Este restaurante en San Ángel no es la excepción y ha sido de mis favoritos desde hace mas de dos años. L´Encanto de Lola es una tortería.
Entre sus curiosidades del menú tiene una gran joya. La Lola Burger, una mezcla de brisket con short rib, directamente del Rincón Argentino. Generosa porción de tocino Bernina, salsa de queso gorgonzola y queso americano, lechuga, jitomate y pepinillo, y un poco de una deliciosa mayonesa que confeccionan ahí mismo.
Sin albur, la recordaba más grande y de hecho sí: hace poco la redujeron de 250 a 200 gramos porque no todo comensal es tan tragón como un servidor. La carne es jugosa, de buena consistencia, el pattie es la creación de alguien que disfruta mucho las hamburguesas. Pero lo que acaba de redondear el platillo es el brioche horneado ahí mismo. De hecho, lo primero que uno ve al entrar al restaurante son los hornos de pan. Brioche perfecto para el tamaño de la hamburguesa: gran consistencia y humedad perfecta como para no deshacerse ni parecer seco. Siempre recomiendo pedir término medio para disfrutar las bondades de la grasita y cómo complementa al sabor natural de la carne. Acompaña al platillo, además, una generosa porción de papas a la francesa, dignas también de mención honorífica. Bien podría ser una creación mía si yo me dedicara o supiera cómo hacer hamburguesas. Prácticamente no le encuentro defectos.
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