Mañana se cumplen 10 años de la muerte de David Foster Wallace. El 12 de septiembre de 2008, el escritor norteamericano aprovechó que su esposa, la artista Karen Green, salió de casa, para colgarse en el patio. Tenía 46 años.
Ahora, coincidiendo con esta fecha, Malpaso ha puesto en circulación en las librerías mexicanas el título Ilustres raperos, un texto que Foster Wallace publicó en conjunto con su excompañero de casa, Mark Costello, en 1989 y uno de los pocos que aún no tenían traducción a nuestro idioma.
En aquella década, artistas y grupos como N.W.A., Run-D.M.C., Public Enemy, Eric B. & Rakim, Tone Loc, Bobby Brown, Ice-T y Schoolly D conquistaban las listas de éxitos musicales y se abrían paso hasta las facultades de Letras de las más prestigiosas universidades norteamericanas.
Embriagados por aquellos versos sobre violencia y problemas raciales, dos jóvenes blancos universitarios (Foster Wallace y Costello) decidieron escribir un texto (que en un principio fue de 20 páginas) en el que se mezcla la crítica musical con la curiosidad, el fanatismo y el análisis cultural y estético, para encontrar la razón detrás su pasión por el hip hop.
En el libro, lo mismo se habla sobre la crudeza y sinceridad de las letras, que sobre los sampleos digitales. Pero es mucho más que eso. En el texto están también presentes los fantasmas que persiguieron a Foster Wallace hasta sus últimos días y la música aparece como un fuerte vínculo entre amigos.
Además, la edición en nuestro idioma tiene un prólogo del periodista musical español Nando Cruz, un prefacio de Mark Costello firmado en 2013 en el que abunda en el contexto en que fue escrito el libro, así como un epílogo de Casey Michael Henry,
Ilustres raperos es una rareza en la bibliografía del autor de La broma infinita, que, de acuerdo con algunos, incluso avergonzaba a Foster Wallace, pero que los fans del norteamericano y los amantes de la música sabrán apreciar.
(Ilustres raperos, David Foster Wallace y Mark Costello, Malpaso, Barcelona, 2017, 237 páginas, $399)
